Nadie en esta bendita provincia habría podido imaginar los números que el CD Navas está firmando durante la temporada. A falta de ocho jornadas para el final de liga, el conjunto que dirige Alfonso López Simarro ocupa los puestos de ascenso directo a Primera Andaluza, y aventaja en ocho al Baeza, que es cuarto. Así que tiene prácticamente asegurada, también, la promoción de ascenso. Histórico ejercicio, por tanto, de un club que la pasada campaña tuvo que remontar en la segunda vuelta para salvar la categoría. Nadie, insisto, habría podido dibujar un panorama tan diferente para este año. O tal vez sí.
Alfonso López Simarro cogió el equipo en agosto de 2012, y si algo dejaba claro esa lujosa incorporación es que al Navas le iban a sobrar meses de competición para conseguir el objetivo de la permanencia. Trabajador, estudioso, metódico, humilde, y entendido, el técnico linarense garantiza resultados. Sobran las opiniones cuando uno repasa sus números durante toda su carrera como entrenador. Los equipos de Simarro son organizados, tienen una idea clara de juego y compiten como nadie. La disciplina es otra de sus características, y tal vez la clave de sus éxitos. Son equipos ganadores. Cazorla, Jódar, Vilches, Linares… son algunos rincones de la provincia en los que el técnico linarense ha dejado su firma para la historia. Sin embargo, costaba imaginar a este Navas en esa posición, pero parece que para Simarro no hay excepciones. Lo que toca, lo transforma.
«No queremos ni oir hablar de la Primera Andaluza. Si no estamos concentrados en lo que nos toca, que es el próximo partido, estamos perdidos. Cuando termine la temporada será momento de valorar, pero ahora lo que toca es seguir trabajando con humildad», señala Simarro.
«Estoy muy feliz en Navas. La gente está volcada con nosotros y he tenido la suerte de dar con unos jugadores comprometidos con el equipo. Esta comunión es fundamental».
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