Según desvela hoy el diario El País, el delantero del Real Madrid, Karim Benzema fue cazado por un radar la madrugada del 3 de febrero en la M-40, conduciendo un Audi a 216 kilómetros por hora en un tramo limitado a 100. Unas horas antes el Real Madrid venía de perder por 1-0 frente al Granada.
El francés fue fotografiado a la altura de Pozuelo de Alarcón, muy próximo a la urbanización de La Finca donde reside el futbolista. El jugador estaba citado el pasado martes para declarar ante el juez por un delito contra la seguridad vial pero consiguió retrasar el juicio unas semanas debido al partido de vuelta de las semifinales de la Copa del Rey frente el Barcelona.
Según fuentes policiales el radar también detecto a un porsche en renting del Madrid cuyo conductor se desconoce a una velocidad superior de 260 km/h. Ninguno de los conductores fue perseguido por razones de seguridad vial.
Según dice El País fuentes del Real Madrid confirmaron los hechos, diciendo que fue el propio Karim Benzema quien se dirigió personalmente al magistrado para pedir el retraso del juicio dada la importancia del partido, en el cual no jugó ni un solo minuto.
La pena impuesta al jugador será no poder conducir durante un tiempo, mínimo un año y cuatro como máximo. Incluso se podría enfrentar a una posible pena de prisión de entre 3 y 6 meses. También podría ser obligado a pagar una multa económica de seis a doce meses con una cantidad que puede ir de los 5 a los 400 euros diarios. Otra opción sería que el jugador realizara trabajos en beneficio de la comunidad en un periodo que podría ir de los 31 a los 90 días, según el artículo 379.1 del Código Penal.
No es la primera vez que Benzema tiene problemas con los coches. En noviembre de 2009 salió ileso de un accidente tras estampar de madrugada su vehículo, un Audi Q7, contra un árbol en La Finca. El 24 de diciembre de ese año, el delantero también se vio inmerso en un percance de tráfico en la Isla de Reunión cuando iba acompañado del rapero Rohff en un deportivo. Ya en junio de 2011, la policía local de Ibiza multó al jugador por conducir de forma temeraria un Porsche por el centro de la ciudad y el puerto en una carrera ilegal en la que participaron un Ferrari y un Lamborghini. Benzema pagó al contado los 250 euros de sanción.
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