Hay plantilla. El Real Jaén venció al Atlético Sanluqueño por 1-0 con un equipo muy mermado por las bajas. Ausencias como las de Toni García, Nino o Israel no impidieron que el conjunto blanco mantuviera rumbo y velocidad para recuperar el liderato de la liga. La victoria ante los gaditanos y la sorpresa del Sevilla Atlético en Cartagena sitúan al Real Jaén en lo más alto de la clasificación, a cinco puntos del Almería B, quinto clasificado.
No fue la mejor actuación de los hombres de Manolo Herrero, pero bastaron los argumentos de una buena primera parte para doblegar al conjunto gaditano. Y es que, las numerosas variantes que el técnico jienense incluyó en su equipo titular, se adaptaron perfectamente a su propuesta de juego. Óscar Quesada inició de central, Bolaños llevó la manija junto a Juanma y Mario Martos apareció en la media punta, de manera que Herrero apostó por usar las bandas a pie cambiado, con Machado por la izquierda y Santi Villa por la derecha. Así, el Real Jaén acosó al Sanluqueño desde el primer minuto, dominó sin discusión y generó ocasiones para cerrar el partido. Sin embargo, solamente Santi Villa logró romper el empate tras rematar un balón servido desde la izquierda. El Real Jaén era dueño y señor, encontraba las buenas sensaciones de siempre y tenía encarrilado el compromiso. Los tres puntos no se escaparían.
Pero la segunda parte fue otro partido. Tal vez los nervios, quizá el cansancio, o probablemente la mayor intensidad del Sanluqueño, cambiaron el guión del encuentro y el Real Jaén se vio acorralado en su campo. No obstante, los de Herrero estaban bien situados y supieron adaptarse a las nuevas circunstancias. La capacidad de amenaza de los gaditanos no aumentó, y el Real Jaén se sentía cómodo en su nuevo papel. Así que el técnico jienense dio entrada a Elady para aprovechar su velocidad y su habilidad a la contra, y de hecho, tuvo en sus botas el segundo gol. Sin más historia, terminó un partido que vuelve a situar al Real Jaén en lo más alto y que sirve para diluir las dudas que empezaban a esparcirse por la ciudad.
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