Se habla mucho de la crisis del Barcelona, que si están cansados, que Messi está bajo de forma, Xavi tocado, Puyol no está para jugar dos partidos seguidos, etc.
En ataque, muchos de sus jugadores piden el balón al pie pero apenas hay desmarques al espacio, consiguiendo que al rival le sea mucho más fácil presionar y robar el balón. El último ejemplo claro lo tenemos en el último Madrid-Barca, con el gol de Messi cogiéndole las espaldas a Sergio Ramos.
Cuando Busquets baja a recibir cerca o entre los centrales, tanto Xavi como Iniesta se meten muy adentro para la triangulación y apoyados en Messi, que suele abandonar su posición entre los centrales y pivotes rivales. ¿Quién ocupa su sitio? ¿Quién fija a la defensa rival? ¿Cómo actúan los defensas centrales del rival?
Aquí tenemos un ejemplo claro de la trampa en la que está cayendo el Barca, mucho espacio no ocupado al cual se dirige Messi, pero le están esperando tres jugadores rivales y otros tres le persiguen, y nadie del Barca trata de sorprender con un desmarque a la zona desocupada.
Si los extremos del Barca, Pedro, Villa o Alexis Sánchez no se meten hacia el centro para dejar espacios para la subida de los laterales, Jordi Alba y Alves, el Barca se encuentra con mucha gente por las bandas, pero la falta de distracción del hombre punta entre los centrales rivales impide que éstos puedan ser pillados sino todo lo contrario: son los que mejor ven la jugada, lo que les permite, junto con su calidad, anticiparse y crear contras para su equipo.
Estos problemas no los tiene el Barcelona contra equipos “pequeños” porque tarde o temprano imponen su calidad y terminan explotando los errores y carencias del rival, pero contra equipos “fuertes” estamos viendo como una y otra vez caen en el mismo error, y encima les castigan con goles a la contra y en jugadas a balón parado, donde sólo pueden defender con tres jugadores altos como Piqué, Puyol y Busquets.
En estas dos imágenes podemos observar que todos los jugadores del Barca por delante del balón se ofrecen pidiendo al pie, no hay desmarques al espacio para estirar la defensa rival.
También, es muy alarmante la falta de movilidad en ataque. Todos se ofrecen pidiendo el balón al pie pero tras recibir, conducir y pasar, no hay búsqueda de desmarque de ruptura y por consiguiente no se crean espacios para poder hacer daño al rival. Mucho control y pases pero en zonas donde el rival se siente a gusto defendiendo, por no decir permitiéndoselo. Con paciencia, esfuerzo y mucho orden, el rival termina por hacerse con el balón.
Fijaros en ésta imagen: cuatro jugadores del Barca a la misma altura y nadie tratando de distraer a la línea defensiva del Milán, permitiéndole al rival adelantar su línea y poder robar más adelantado.
En defensa, la falta de actitud la marca la presión que ejercía el Barca en la época de Eto’o, donde la mayor parte de los goles venían tras la presión muy adelantada, robando mucho más cerca de la portería rival y pillando al equipo rival intentando salir jugando la pelota desde atrás. Messi no es un jugador de ese perfil y en ocasiones hemos visto a Pedro abandonar la banda para presionar por el centro pero con el agravio de dejar su banda desprotegida y pudiendo el rival aprovecharse de esta circunstancia. Cuando por la otra banda ha jugado Alexis en vez de Villa, el Barcelona lo nota mucho por la mayor capacidad de sacrificio defensivo de Alexis. Con Eto`o, el Barca tapaba con un jugador a los dos centrales rivales y descargando a Messi de la presión defensiva colocándole en una banda. Hoy Messi no está capacitado para el desgaste defensivo como Eto`o y la presión del Barca se hace mucho más complicada.
Todas estas circunstancias están haciendo daño al Barcelona y tan sólo son “tapadas” con pinceladas de Messi e Iniesta, muy poco para un equipo que aspiraba a ganar todo y quizás se tenga que conformar con la Liga.
¿Cómo recuperar la ilusión y los movimientos sin balón? Estamos en marzo y ahora se empiezan a dirimir los títulos. Mucho trabajo por delante para el cuerpo técnico del Barcelona.
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