Inicio 1ª División Asalto al infierno. Manchester 1-2 Madrid.

Asalto al infierno. Manchester 1-2 Madrid.

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Lo han logrado. Si de algo puede presumir este Madrid de Mourinho es de su fortaleza física y mental. Mucho se ha hablado sobre división en el vestuario y sobre un equipo destrozado que había desperdiciado el impulso de la pasada liga, pero lo cierto es que, en cuestión de diez días, han revertido una situación que amenazaba con fulminar la temporada en febrero. La victoria en Old Trafford culmina la semana más brillante de los últimos años, que le sitúa más cerca de su décima Copa de Europa, y deja muy tocado a su máximo rival.

No fue fácil. Ferguson planteó un partido muy diferente a lo que el Madrid venía haciendo con el Barça, le esperó atrás y jugó con la tranquilidad del empate en el Bernabéu. Con el balón en su poder, los de Mourinho no supieron meter mano a un Manchester que tenía las ideas muy claras. Sin espacios entre líneas, el United montó un búnker sin fisuras que puso en evidencia los problemas del Madrid a la hora de crear. Además, Ferguson sacrificó a Welbeck y lo situó junto a Xabi Alonso, el único futbolista blanco (verde, en la noche de ayer) capaz de conducir y llevar la iniciativa. Bloqueado e inoperante, el Madrid llevó a cabo un dominio estéril que no le permitió cerrar las jugadas. Ferguson les estaba dando un poco de su propia medicina, y el Manchester pudo marcharse al descanso con una ventaja clara y definitiva. Van Persie y Welbeck fueron la principal amenaza del United a la contra, y cada córner significaba una jugada de peligro para los de Mourinho, que siguen sufriendo a balón parado.

En la misma tónica se inició la segunda parte. Al Madrid le faltaban ideas para inquietar a De Gea y el Manchester daba la sensación de que acabaría ganando el partido a la contra. Ramos agravó la situación a los tres minutos de la reanudación, con un gol en propia puerta a centro de Nani y remate previo de Welbeck. Sin embargo, el extremo portugués del Manchester United fue expulsado diez minutos después y el signo del partido cambió de forma radical. Con superioridad numérica, Mourinho se decidió por fin a sacar a Modric, que se filtró en el entramado defensivo del United e iluminó el juego del Madrid. El croata saltó a Old Trafford, encendió las luces y mostró el camino de la victoria con un gol soberbio desde fuera del área. Restaban más de veinte minutos para el final y el Madrid había empatado la eliminatoria. El Manchester United mantuvo su propuesta pero perdió toda capacidad de amenaza, así que el Madrid se desmelenó y se volcó sobre la portería de David De Gea. La prórroga se convirtió en el sueño de los Red Devils.

Pero el Real Madrid había abierto una herida mortal en Old Trafford, y en una de las múltiples internadas, Higuaín puso un balón desde la derecha al segundo palo y Cristiano hizo el segundo, que no celebró. Misión cumplida. Los de Mourinho habían volteado la situación y tenían el partido bajo control. Por delante, veinte minutos de eliminatoria sentenciada, pero animada por la nobleza de un Manchester United que, en inferioridad durante casi toda la segunda parte, se abalanzó sobre su rival con el orgullo de un club histórico y legendario, y exigió la mejor versión de Diego López. El portero gallego del Real Madrid salvó al equipo de lo que pudo ser otra remontada épica del Manchester en Old Trafford, justificando, si no lo había hecho ya, su fichaje por el conjunto blanco en este mercado de invierno.

Así terminó otra noche mágica para el madridismo, la noche en que los de José Mourinho asaltaron el infierno de los Diablos Rojos para poner rumbo a la Décima Copa de Europa, y culminaron una semana en la que han dinamitado todos sus complejos.