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Una victoria para sentirse candidato.

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Real Jaén 2-0 Real Balompédica Linense.

Por tierra, mar y aire. El Real Jaén se llevó por delante a la Balompédica Linense antes y después de la tromba que inundó el terreno de juego durante el descanso. Los goles de Nino (18′) y de Mario Martos (92′) hicieron justicia y plasmaron la superioridad de los blancos. En la primera parte, los de Manolo Herrero pudieron desarrollar su habitual juego combinativo para cercar a los gaditanos y acumular ocasiones de gol, mientras que tras la reanudación, el Real Jaén sufrió en un campo encharcado y ante una Balompédica que le bombardeó con el juego aéreo. Sin embargo, la victoria por 2-0 ante un rival directo en la lucha por el ascenso refuerza la moral de la plantilla y protege las aspiraciones de un equipo sobre el que, tras los últimos tropiezos lejos de su estadio, habían empezado a derramarse las primeras dudas.

En La Victoria y arropado por unos 7.000 aficionados entregados, el Real Jaén se mostró esta tarde como un equipo fuerte, intenso y ofensivo, que generó dos claras ocasiones de gol en el primer minuto de partido con un Diego Cascón muy activo. Pero tras aguantar esta tarjeta de presentación, la Balompédica conquistó el centro del campo y, aunque en ningún momento dio sensación de peligro ante un Real Jaén bien organizado, expuso algunos de los argumentos que le mantienen en la zona de ascenso. Presionó arriba, trató bien el balón y dibujó el envite complicado que todos esperaban. Sin embargo, Nino sacudió los nervios y devolvió la tranquilidad al Real Jaén con el 1-0 transformado en una jugada de estrategia. Cuando mejor andaba la Balona, el central granadino remató un córner en el segundo palo y evidenció que trabajar la estrategia es engendrar goles que pueden salvar partidos. Tras el gol, el Real Jaén volvió a asumir el mando y encontró en banda izquierda a un inspiradísimo Israel Jerez, que encaró y desbordó a su marcador cada vez que entró en juego.

El segundo período fue otro partido. La tromba de agua caída durante el descanso condicionó el resto del encuentro, y el fútbol directo se convirtió en la única propuesta adecuada en un campo anegado y casi impracticable. Pero también ahí, bajo unas condiciones muy adversas para su modelo de juego, compitió este Real Jaén nacido para el toque y el apoyo en corto. La Balompédica encerró a los blancos en su campo, los acosó en el nuevo mar de La Victoria y obligó al técnico jienense a cambiar el dibujo de su equipo con el fin de paliar el sufrimiento y tratar de abrochar el resultado. Herrero sacó del campo a Santi Villa y dio entrada al central Dani Torres, que se colocó en su posición natural y adelantó la posición de Servando. Con el cambio táctico (del 4-2-3-1 al  4-1-4-1), el Real Jaén aguantó bajo la lluvia y se limitó, como su adversario, a mantener alejado el balón de su portería. En el descuento, el canterano Mario Martos, que sustituyó a Fran Machado por lesión al filo del descanso y que cuajó un partido sobresaliente, reventó el partido con un golazo que sentenciaba la contienda.

El Real Jaén destrozó así a un rival directo por el ascenso y salió muy reforzado de cara al futuro. Fue mejor mientras el terreno de juego lo permitió, compitió en un campo anegado y aguantó las acometidas de los gaditanos en el juego aéreo. De manera que mantiene la segunda posición de la liga -a tres puntos del Cartagena, líder- y aventaja en seis puntos a sus inmediatos perseguidores (San Fernando y Balompédica). El quinto se descuelga ya a siete puntos. Lo de esta tarde fue una victoria deportiva y moral. El Real Jaén presentó definitivamente su candidatura para el ascenso.

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