El Atlético Mancha Real derrota 2-1 a un Marbella que pudo llevarse un punto de la Juventud de no ser por el rabioso gol en el descuento del talentoso Carrillo. Los verdiblancos se adelantaron en la primera mitad con un gol de Enma, que demostró no haber olvidado cuando jugaba de ariete, pero la Unión Deportiva Marbella empataba a 7 del final por medio de Jona, delantero referencia que aprovechó su talla para rematar a placer un córner. En los minutos finales la pólvora y los cambios que Fernando Campos ordenó en los suyos, mejoraron la cara de un equipo que está empeñado en jugar las eliminatorias de ascenso a Segunda B.
Presentaba una novedad principal el once de Fernando Campos que sorprendió a los fieles aficionados que siempre acompañan a los suyos cuando el equipo actúa de local, hoy quizás algunos menos de los que habitualmente acuden a La Juventud, seguramente retraídos por la mala climatología. Era la entrada del atacante Enma como referencia arriba y con el dorsal 9 a la espalda. Además, arriba el público iba a disfrutar también del otro fichaje de invierno, David Carmona, por lo que Campos había ideado una conexión cordobesa para buscar los 3 puntos. Estuvo mejor el primero, que demostró que sigue siendo uno de los jugadores más polivalentes de esta división y que no ha olvidado jugar de 9, como lo hacía en aquellos años, aún barbilampiño, en los que ya marcaba goles en los campos de nuestra provincia. En el banquillo esperaban su turno Miguel y Carrillo, por lo que pocas armerías de la provincia tenían hoy más pólvora que el Mancha Real en su plantilla.
Enfrente una Unión Deportiva Marbella a la que hoy vimos poco, principalmente en la parcela ofensiva, pero en la que despuntan ya algunos jugadores muy jóvenes, como es el caso del hoy dorsal 7, Antonio, al que su técnico, Adrián Cervera , ha dado responsabilidad y galones.
Tras los minutos de tanteo iniciales, se veía a un Mancha Real más nervioso e impreciso que otras semanas, como si la presión de unos 3 puntos vitales estuviera pesando en unos jugadores que están haciendo una temporada de nota. Al equipo de Campos le costaba construir y los visitantes prácticamente no pasaban dificultades, aunque tampoco se prodigaban con numerosos efectivos en el ataque. La primera ocasión clara la tuvo para los locales Albertillo, muy activo y desequilibrante en la primera mitad, tras un pase desde la banda derecha de Juan Vacas, que con la fuerza de un juvenil demuestra que un apodo como “El muro” le vendría de perlas esta temporada. No ocurrió prácticamente más nada destacable hasta el primer tanto, que se lo apuntaba Enma, tras un fallo de la defensa marbellí en un balón a la espalda de los centrales, de los que hacen daño. El cordobés festejaba con fuerza un tanto y le daba ventaja a los suyos en un partido que no iba a ser de los que se recuerdan y guardan en una hemeroteca. Antes del descanso, el Marbella iba a tener dos claras para empatar, siendo esto lo más destacado de los malagueños en los primeros 45 minutos. Primero, el espigado central visitante Chechu remataba flojo un balón bombeado y Emilio desviaba con dificultades a córner. Después, el ex del Martos, Montaño, intentó rizar el rizo cuando tenía posibilidad de disparo dentro del área y cuando Emilio ya se vendía a un lado, obteniendo como resultado un centro demasiado escorado del que nunca más nada se supo.
La segunda parte fue aún más aburrida, salvo el arreón manchego final. La lluvia no cejaba y ésta parecía adormilar a los 22 jugadores que en ese momento pisaban el césped. De nuevo hubo minutos de tanteo, de especulación, hasta que en un tramo el Mancha Real buscó con ahínco el segundo. Pudo llegar por medio de un disparo cruzado de Albertillo, a pase de David Carmona, pero el balón salió mordido y demasiado desviado. Después, Campos introdujo a Carrillo en el campo, conocedor de que los 3 puntos en juego eran algo más.
Los 10 minutos finales merecen un párrafo aparte. Jona, un delantero de más de 1,90, trabajador, pero con poca participación hoy en el juego de su equipo, remataba a la red con la cabeza un córner ejecutado magistralmente desde el ataque derecho y elevaba las tablas al marcador. Efectividad del delantero malagueño que veía como su equipo se podía llevar un punto de uno de los campos más difíciles de la categoría. Pero poco les duraba la alegría a los malagueños porque el colegiado almeriense Carlos Borja Belmonte iba a expulsar dos minutos después al capitán José, tras una doble amarilla rigurosa que hizo mucho daño a los suyos. Daño porque lo que prácticamente no habían sufrido en los 45 minutos del segundo periodo lo tuvieron que sufrir, con fatal desenlace para ellos, en los 4 de descuento. Campos estuvo rápido y metió en el verde a Miguel, que al igual que pasa con Carrillo, son dos jugadores a los que estar sentados en el plástico del banquillo sienta especialmente mal. Por ello, si controlan esa fuerza y la saben convertir en energía positiva cuando ingresan en el terreno de juego, son siempre un plus de fuerza y calidad para su equipo. Y así ocurrió, ya que en el 94, cuando el público local estudiaba como conformarse con el empate, Carrillo cazó un balón y abriéndose hueco entre los defensores la puso en el poste largo con un disparo certero e imposible para Bernal. La efusividad y el gesto de la celebración, no me siento capaz de describirlos por miedo a quedarme siempre corto. El Mancha Real tiene fuerza y quiere seguir ahí, entre los mejores. Veremos qué pasa.
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