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Memoria de los tiempos yermos.

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Mideast Qatar Spain SoccerHumanización del arte de la pelota: España, Campeona del Mundo y de Europa, se mostró incapaz de resolver la hermética propuesta futbolística de la Selección de Finlandia. Lo que hizo la selección finesa va de lo irritante a lo rentable pero es totalmente lícito. Jugar como jugaron es un recurso, quizás el único recurso, que una selección tan inferior a la española tiene para no salir ampliamente derrotada. Un partido así o acaba en goleada o, como mínimo, en triunfo de la selección que maneja el balón casi los noventa minutos. Lamentablemente para España esto pertenece a la teoría del fútbol.

En Gijón la práctica resultó adversa y los jugadores de Vicente del Bosque se atascaron para más gloria de un deporte que se niega a ser domesticado  por los pronósticos y para que España baje de la nube. Digo España y no hablo de los jugadores que, mejor que nadie, saben lo que cuesta ganar cualquier cosa. Me refiero a una afición, la española, que no está entrenada para ver como su equipo nacional sufre un frenazo en seco ante una selección notablemente inferior. Podemos hacer un rosario con las razones por las que España se adelantó y, sin embargo, terminó concediendo el empate. La falta de velocidad, de intensidad en momentos determinados, la disciplina rival, las bandas estériles, algún penalti no pitado y, claro, la falta de acierto en el remate. Explicaciones conocidas y recurrentes en situaciones así.

No creo en los dramas adelantados, pero tampoco en la trivialización de un borrón como este. Por lo que es y por lo que representa. Si después de noventa minutos una selección elemental logra su objetivo, habrá que meter el dedo en las fibras de prevención, porque un combinado superior como Francia nos puede colocar ante ese espejo en el que hace años que no nos miramos. Dicho esto no hay razones suficientes como para que alguien se rasgue las vestiduras. Quizás a todos, eso sí, se nos había olvidado un poco la sensación que tuvimos cuando el árbitro pitó el final de este partido. Tampoco está mal para valorar las cosas, recuperar la memoria. La memoria de los tiempos yermos.