Inicio Fútbol Internacional España y Escocia, obligadas a evolucionar.

España y Escocia, obligadas a evolucionar.

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Inmersos la mayor parte de los miembros de la Unión Europea en una despiadada vorágine de cambios estructurales a todos los niveles, exigidos desde Bruselas como única medida de salvación (¿?), el fútbol continental no es ajeno al complejo marco actual. Toca analizar, sopesar y consensuar los nuevos modelos a seguir para garantizar la salud a corto, medio y largo plazo del deporte rey.

Ahí van sólo dos ejemplos, diferenciados en la forma pero no en el fondo. España y Escocia atraviesan momentos cruciales en sus respectivos devenires, ambos focalizados en la subsistencia competitiva. La nueva Ley del Deporte Profesional, aún por aprobar, modernizará y modificará un contexto, el español, obsoleto y vetusto. Entre otros muchos y variados asuntos, la redistribución de los derechos audiovisuales se antoja vital para el futuro de nuestra liga.

La venta individual de estos suculentos derechos va a dejar paso a una conjunta (como se hace en el resto de grandes ligas) que repartirá equitativamente entre todos los clubes tal magna inversión. Lo hará basándose en parámetros tales como historia, masa social o presupuesto. Permitirá, entre otros menesteres, que dichas entidades vayan limando la desorbitada deuda que sostienen con Hacienda, que casi alcanza los 800 millones €. Ni F.C. Barcelona, ni R. Madrid van a poder oponerse a este nuevo estatus. Mantener el actual (140 millones € cada uno, por 20 equipos como Sevilla o Athletic) es a todas luces insostenible. Eso sí, ocurriría a partir de la temporada 2015-2016.

Rebajar sustancialmente el precio medio de las entradas a nuestros estadios es medida prioritaria para la Liga de Fútbol Profesional (LFP). Establecerlas en 25 € y no en los 50 actuales, causa directa de estadios medio vacíos. Ello irá indisolublemente ligado, exigencia de los clubes, a que el nuevo reparto audiovisual vea la luz

Tesitura escocesa.
En cambio, lo que realmente le concierne a la fiel afición escocesa y a sus dirigentes es incrementar la competitividad de su fútbol. Este próximo lunes día 15, la Scottish Premier League (SPL) y la Scottish Football League (SFL), se sentarán para votar si se acomete o no la histórica reestructuración de todo el fútbol escocés.

Instituciones independientes, ambas se reparten las cuatro divisiones que organizan a día de hoy el fútbol en la isla, la Scottish Premier y tres competiciones inferiores, SFL1, SFL2 Y SFL3. La propuesta sobre la mesa es, integrados todos los clubes bajo una misma estructura, dividirse en tres ligas de 12, 12 y 18 equipos, cuyas dos primeras de subdividirían en tres grupos de 8 para luchar por el título, Europa, ascensos y descensos. Será necesaria una amplia mayoría para dar por hecho el cambio. Un cambio hacia un fútbol más fuerte y exigente.

Vertientes dispares pero una única desembocadura: garantizar el futuro del fútbol en estos tiempos revueltos.