Belarmino Ballesteros Gómez.
Profesor de Instituto.
Coordinador Campus de Fútbol Aldana.
117 años de historia saltaron por los aires en unos minutos. Tres muertos y más de 140 heridos son los números de un día negro, triste, de lágrima y llanto para el mundo del deporte. La ciudad de Boston, que cada tercer lunes de abril desde 1897 vive la fiesta del deporte reflejada en la más famosa prueba de maratón del mundo, vivió una sobrecogedora y horrorosa jornada como consecuencia de unos ataques terroristas que las fuerzas del orden y de la seguridad americana están investigando.
El miedo se apoderó de todos los miles de participantes (alrededor de cien de nuestro país) y de los miles de seguidores que se encontraban a lo largo del recorrido de la prueba. Desconcierto, pánico, terror, muertes… pero ningún acto terrorista podrá acabar con la fuerza y la grandeza del deporte, que desde hace más de 2000 años vive y convive entre todos nosotros (en el año 490 a.C. se encuentra el origen con la gesta del soldado griego Filípides recorriendo kilómetros desde Maratón hasta Atenas).
Cuando corren malos tiempos para la lírica, más vale convertirse en prosista sin perder la sensibilidad. Es momento de unidad y de solidaridad, y el deporte es quien mejor representa esos valores. La familia, la escuela, el instituto, el club deportivo, la asociación y las instituciones y los gobiernos deben hacerse fuertes, unirse en torno al deporte, cualquiera que sea su modalidad o especialidad, porque la unidad y la solidaridad de éste siempre vendrá dada por la sensibilidad con la que niños y niñas, hombres y mujeres, ciudadanos y ciudadanas de este mundo seamos capaces de responder con firmeza absoluta a esos desalmados terroristas que pretenden aterrorizarnos y amedrentarnos.
Aquí comienza una nueva maratón, debemos pensar en llegar a esa meta de 42.195 metros y hacerlo con un único fin: la Paz. ¡Todos debemos estar en ella!
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