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Palabra de Vicente, la voz más autorizada

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Profeso una enorme admiración por D. Vicente del Bosque. En los encuentros que he tenido la inmensa fortuna de compartir con él, siempre le he hablado con palabras nacidas del corazón bajo una pedagogía futbolera salida del alma. Mi admiración por él crece y crece por sus gestos diarios, por su forma de ser y de actuar, por las emociones y sentimientos que transmite, y por sus palabras y sus frases.

Si hay algo que los maestros y profesores debemos recuperar es la autoridad (perdida con el paso de los años y tal vez sin darnos ni cuenta) que haga revivir la dignidad, el respeto y el prestigio de la labor docente. Ser autoritario y tener autoridad. Mandar, ordenar, hacerse respetar, tener potestad pero también dialogar, entender, tolerar, comprender, compartir, buscar puntos de encuentros y de unión. Bajo estas palabras, igualmente, se pueda mostrar y tener autoridad. Vicente del Bosque es un buen ejemplo de persona con autoridad (autoridad paternal)  que con palabras y hechos ha sabido ganarse el respeto de todo el mundo y ser una voz autorizada cuando expresa algo. Su alma de bonachón se llena de exigencia y autoridad cuando hay que ser comprometido y responsable, con ese espíritu paternal que siempre tan bien ha sabido manejar.  Un maestro o profesor debe cuidar el principio de la autoridad pero sin necesidad de ser agresivo o duro. Vicente del Bosque lo trata con mezcla de sabiduría, maestría y paternalismo. Sírvanos el ejemplo. Ese arte en el manejo de la autoridad  le lleva a ser además una voz autorizada para hablar. Es autoridad, equilibra la autoridad y tiene autoridad para hablar.

Hace unos días el seleccionador pedía públicamente respeto para Iker Casillas. Con palabras claras y contundentes: “Iker se merece todo el respeto” y “…es un mito pero no del pasado, es un mito del presente”, llenas de razón, de conocimiento, de fundamento y de autoridad paternal se expresaba. Vicente del Bosque le ha dado cariño (con todo el corazón de padre y protector) a un mito presente de nuestro fútbol, al que le debemos ser campeones del mundo (no olvidemos nunca que su pie milagroso nos mantuvo vivos en la final del Mundial). ¡Gracias, una vez más, capitán!. Esa muestra de cariño y respeto, en un momento deportivo delicado para Casillas, la ha pedido nuestro máximo exponente del fútbol nacional y lo ha expresado y sentido así por y para una persona que simboliza el triunfo del fútbol español y el triunfo de los valores que envuelven a la excelente generación de futbolistas capitaneados por el gran Iker Casillas.

Vicente del Bosque gobierna y ejerce el mando de la selección y se ha ganado el prestigio con su calidad humana y profesional y con su trabajo. Lo ha hecho sintiendo fascinación por el fútbol, cuidándolo, mimándolo y trasladando la mejor ética y conducta personal. Gracias Vicente por tus palabras en la gala de la FIFA. Los que amamos la profesión de maestro las adoptamos porque desde nuestra fascinación por la docencia, estamos obligados a defender, cuidar, querer y mimar la enseñanza, y asimismo trasladar la mejor ética personal. Sírvanos tu ejemplo.

Vicente del Bosque ordena y manda, cuida y defiende, respeta y admira, opina y dialoga, y lo hace con la potestad del que sabe cómo equilibrar esa autoridad para darle el rango de suma obediencia paternalista. Es autoridad y voz autorizada. ¡Palabra de fútbol!