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Traspaso de poderes

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Todo lo que vivimos en el circuito de Austin fue espectacular, de nueve podiums, ocho los ocuparon pilotos españoles. Contando con esta, llevamos tres temporadas en las que es muy habitual ver tripletes domingo sí y domingo también. Pero hubo un tiempo, no muy lejano, en el que cuando íbamos al circuito de Jerez (de aquellas corrían cinco categorías, 80cc, 125cc, 250cc, 500cc y sidecar) a ver a nuestros pilotos de las categorías pequeñas, aplaudirles, gritarles, disfrutar con ellos, lo más mágico ocurría cuando salían a escena los Dioses, los marcianos, los americanos y algún australiano, que eran los que corrían en esas motos de dos tiempos brutales y potentes. Pues eso ya es historia, desde aquel lejano año 86, hemos ganado tres mundiales de la categoría reina (Crivillé 500cc 1999, Lorenzo MotoGP 2010 y 2012), sin contar los muchos subcampeonatos (Alex Crivillé, Sete Gibernau, Pedrosa, Lorenzo). Hemos hecho tripletes en las tres categorías un mismo fin de semana, el himno español esta rayado de tanto usarlo. Nos han traspasado los poderes, hemos conseguido que el sueño de un tipo testarudo y valiente, el Sr. Ezpeleta, se cumpla. Las categorías inferiores del campeonato nacional español son la cantera que saca pilotos de todas las nacionalidades, pero sobre todo españoles, preparados para ser multicampeones del Mundo. La Masía del motociclismo, promovida por el organizador del mundial de motos.

Volviendo al principio, el traspaso de poderes simbólico que ha hecho Valentino a Marc significa mucho. El Niño se ha hecho hombre en dos carreras, con una elegancia y una sonrisa en la boca que hace años no veíamos en el Mundial. Marc tiene ese carisma que no tiene ningún otro del pabellón español, es simpático de verdad, risueño, trabajador, arriesgado, sincero, pero sobre todo, tiene un talento natural que solo es comparable al de su ídolo, Valentino. Hemos visto mil veces repetida la fotografía de un joven Valentino con un niño llamado Marc, en la que el futuro campeón se hacía la fotografía con su ídolo. Hoy están los dos peleándose en la pista y el ídolo ha pasado a aplaudir al niño como otro fan más.

No quiero olvidar hacer la referencia que se merecen los otros dos españoles que vencieron el domingo, ambos consiguieron su primera victoria mundialista en la cilindrada en la que compiten, ambos tienen muchísimo futuro y es de honor felicitarles aquí, Alex Rins y Nico Terol.

Llega el momento de reflexionar. En España somos de todo o nada, idolatramos y martirizamos a un mismo personaje en dos minutos. A Marc tenemos que cuidarlo, no podemos actuar como es costumbre, tenemos que dejar que se desarrolle, que crezca, que este año quede tercero o cuarto del Mundial, porque si lo presionamos en exceso, si cada mal resultado que haga lo machacamos, podemos perder a ese nuevo Rossi, podemos quedarnos sin el dominador de los próximos años.

El motociclismo no solo son carreras, son niños que crecen muy rápido y que debemos cuidar para que los éxitos que vivimos estas últimas temporadas se alarguen muchas temporadas más, así que no excedamos la presión sobre Marc, tiene que durarnos mucho, darnos muchísimas alegrías y ser el siguiente Ángel Nieto.

En unos días, el Mundial aterriza en el circuito más emocionante del calendario, El Circuito de Jerez. Seguramente, por exceso de presión de nuestros pilotos, no consigamos tres tripletes, ni tan solo una sola victoria, pero a los que estemos allí solo os pido un apoyo incondicional, demostremos que aunque fallen, les agradecemos todas y cada una de las alegrías que nos hacen disfrutar.

Mucho cuidado en la carretera ¡Nos volveremos a leer aquí muy pronto!