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El resistente hilo de un sueño

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 El crédito de la Liga española quedó hecho un erial la semana pasada en Alemania, cuando Bayern y Borussia desmontaron las virtudes de los dos grandes de España y los devolvieron desnudos de galones y deportivamente humillados. Sin embargo, de aquella amarga experiencia ha nacido el espíritu de la remontada por el que, de manera virtual, están unidas las aficiones del Real Madrid y del FC Barcelona. Las dos viven la misma sensación y buscan su milagro. Puede que sea la certeza de que mientras hay vida hay esperanza o que, en los tiempos que corren, cualquier cosa es buena para inventarse una alegría, para soñar con algo que nos haga felices, incluso de manera transitoria.

Lo cierto es que la excitación del reto les proporciona hoy una euforia incontenible que aguanta, paradójicamente, sujeta tan solo por un  pequeño hilo de esperanza. Mientras la vida pasa emponzoñada por las miserias terribles de los sin escrúpulos, el fútbol saca su fuerza a pasear y nos ofrece una inyección de utopía. Si todos juntos pueden lograr una hazaña deportiva o pensar en ella es posible que, otro día, este ensayo deportivo sirva para propiciar cosas más importantes, algo que no solo nos cambie el ánimo, que nos pueda cambiar la vida.

Soñar no cuesta nada, pero de momento solo se logran alianzas decididas para revertir una mala noche de fútbol y lograr que lo imposible deje de serlo. No hay demasiadas razones que convoquen a la alegría; si el fútbol lo hace, aunque sea durante un rato, aprovechemos la ocasión y disfrutemos hasta que el resultado certifique el milagro o confirme el desastre  iniciado en Alemania.