Inicio Opinión Antonio Oliver El síndrome del mal estudiante

El síndrome del mal estudiante

Compartir

 El Real Madrid sesteó en la primera parte de este “curso” de semifinales y ha pagado su indolencia en el último examen.  El atracón en la recta final no ha servido. Ni la recomendación calurosa de su público ni las arengas de toda la familia blanca han podido corregir la falta de interés demostrada en Alemania. Suspenso. Nadie discute a estos futbolistas el esfuerzo en el partido del Bernabéu, pero resulta difícil de entender lo que pasó por las cabezas de los jugadores del Real Madrid en el choque de ida. Se ha demostrado que la empresa era perfectamente posible y, si no están en la final, es en buena parte por lo que señaló claramente Sergio Ramos: falta de actitud.

Insisto en el perfil psicológico de estas derrotas. Los sistemas están, los excelentes jugadores están pero, cuando hay un desequilibrio tan enorme como el que vimos en el primer partido, el problema es que la cabeza sufre un esguince en la zona de la decisión, de la confianza y de la autoestima. Eso no se entrena fácilmente, pero se entrena. A lo mejor los grandes clubes deben empezar a pensar que a sus rutilantes e imberbes estrellas les hace falta algo que tiene que ver más con el carácter y con el espíritu, que con los sistemas y las estrategias.

En cualquier caso, lo cierto es que ha disuelto un sueño del madridismo y que, a partir de ahora, se hablará más del futuro de Mou que de la Final de Copa. Esa puede ser, de nuevo, una baza a favor del Atlético de Madrid, aunque ya se sabe que los de Simeone no son muy dados a aprovecharlas.