Inicio José M. Ríos El sabio germano

El sabio germano

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Hoy, y sin que sirva de precedente, voy a realizar cierta injerencia en el ámbito futbolístico (no se si debo pero me lo pide el cuerpo), desplazando de esta forma mis colaboraciones en esta publicación sobre la casuística jurídica acaecida en el fútbol. De esta guisa, espero que me perdone el maestro Oliver por dicha intromisión en la que me gustaría reflexionar sobre un personaje singular.

Hace pocas fechas (como significan en Argentina las jornadas futbolísticas) en una de mis colaboraciones, hacía mención a la posibilidad de que una vez que Mourinho anunciara su salida del R. Madrid ( y ayer parece que inició su adiós), el perfil que me parecía más correcto para liderar un Madrid devastado por la crítica, en virtud de la mala relación que su actual míster tiene con la prensa (que al parecer le odia), las ingentes cantidades de dinero que se manejan en la casa blanca y los no tan buenos resultados acaecidos para costar la plantilla alrededor de 450 millones de euros, era el del sabio germano Jupp Heynkes. El entrenador alemán era para mi el modelo, sino del futuro, si del presente del R. Madrid. En el equipo de la capital no puede haber futuro. Éste es sinónimo de paciencia y ésta brilla por su ausencia en la entidad de Concha Espina. Pero valoraba mi afirmación en virtud de que en el año 1997, absolutamente contra pronóstico, el técnico alemán ganaba la séptima Copa de Europa para el club madrileño. Es cierto, liderado por un magnífico Mijatovic pero desde luego inferior hasta el día de la final a una Juventus de Turín que arrasaba en Europa y que era la favorita en aquella mítica final. El bueno de Jupp, hombre de perfil bajo, paso, con aquel hito, sin pena ni gloria, pero el madridismo le tiene cariño. Junto a esa razón que expuse tenía las otras de ser una técnico contrastado en la liga española (Ath. Bilbao, Tenerife y R. Madrid), junto al hecho de saber castellano sin problema y ser elegante en el comportamiento con los compañeros, además de un técnico de notable reputación en la Bundesliga. Ayer, y sin que fuera para mi ninguna sorpresa, en el programa donde colabora D. Antonio, su director Josep Pedrerol, dándolo como exclusiva, anunció que el técnico que más gusta a la Junta directiva del R. Madrid, en el caso de que el fichaje de Ancelotti no llegara a buen puerto, es el de Heynkes. Pues claro que sí, él debe ser el técnico para recuperar a ese Madrid resquebrajado con la prensa, con los resultados, fundamentalmente europeos, y con un sector de su afición que esta harta de que durante el “trienio portugués” se hayan cometido atentados en el deporte como “el dedo en el ojo”, la justificación de entradas descomunales o la incitación al odio más propio entre aficiones más propias de peleas de pandilleros juveniles que de un espectáculo deportivo maraviloso como es el fútbol.

La historia del R. Madrid con los alemanes no ha sido del todo mala. En los años 70, aparecieron Günter Netzer y Paul Breitner que ejercieron de lideres en un Real Madrid intermedio entre el equipo ye-ye y el plantel de las remontadas de los 80. Hoy día hay jugadores de futuro como Kedhira y Özil, teutones aunque de origen tunecino y turco respectivamente, que lideran, junto con Ronaldo, Varane, Ramos y Casillas (al mismo nivel que Diego López) un Madrid de futuro. Pero es en este entreacto donde el veterano entrenador germano, pronto ex del Bayern, debería encabezar este proyecto, entre otras cosas, para recuperar los valores del R. Madrid, fundamentalmente la imagen fuera del campo, permitiría igualmente, desde la experiencia del banquillo, que puedan ir madurando otros nombres como el de Laudrup, Michel o el mismísimo Toril, puesto que un Ferrari no debe ponerse en manos de cualquier piloto, sino sólo en las de aquellos que reúnan la capacidad, técnica y mental de conducirlo y no sólo que posea valores mediáticos. No hay que vender, en el Bernabeu, ya venden otros, hay que dar equilibrio dentro y fuera del campo.

Cierto es que segundas partes nunca fueron buenas, y sino que se lo digan al holandés Benhhaker, que ni en la primera pudo ganar la Champions por la hegemonía del Milan en la década de los 80. Pero el entrenador  bávaro ha demostrado en sus tres etapas en el Bayer de Munich que ha sido a cual mejor puesto que en esta última el año pasado fue subcampeón de tres competiciones y este año ya tiene la liga en el bolsillo, está en la final de la Copa de Alemania y es un rodillo en la competición europea.

Por todo ello, y ya que Guardiola (que, en principio, no se va a encontrar ningún jugador de la Masía en Baviera) le ha quitado el sitio, creo que es una oportunidad única para que el Real se haga con un buen entrenador, ganador, con experiencia, temple y perfil humilde que  no sea más que los jugadores, sino que oriente a éstos para conseguir las hazañas que requiere el madridismo y él ya lo consiguió otrora. D. Antonio, espero que me perdone esta intromisión más periodística que académica-jurídica, pero desde esta “atalaya de la opinión” creo que hay que intentar construir una razonamiento que fundamente al equipo más importante del siglo XX los valores que le han hecho merecer este título. Ojalá el alemán sea el elegido….