Inicio José M. Ríos El engaño de Seba

El engaño de Seba

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sebaEl mundo del fútbol vuelve a teñirse de criminalidad. Nos vuelve a sorprender una noticia aparecida hace unos días y que, desgraciadamente,  viene a protagonizar otro escándalo que salpica, aunque de forma indirecta, al deporte rey.

De esta manera, el Magistrado del Juzgado de Instrucción nº 1 de Zaragoza ordenó ayer el ingreso en prisión sin fianza del ex delantero del Real Zaragoza Jesús Seba Hernández como presunto autor de un delito de estafa y otro de integración en un grupo criminal. Su historia se debate entre el cielo y el infierno. La investigación de este ilícito fue desarrollada por el Grupo de Delitos Económicos de la Jefatura Superior de Policía, bajo la supervisión del Juzgado nº 10 de la capital del Reino de Aragón, que le atribuye al ex futbolista maño un fraude a cuatro compañías de seguros las cuales habrían sufrido un quebranto de unos dos millones de euros. Así, el futbolista ha sido imputado como sospechoso de haber participado en la simulación de siniestros por los que se apunta que hubiera conseguido alrededor de unos cien mil euros en los últimos años. Junto a Seba, la policía detuvo a otras diecisiete personas en esos días, sospechosas de haber participado en la trama y acusadas de haber simulado la friolera de 156 siniestros que las compañías indemnizaron gracias a los informes favorables que emitieron tres peritos. El día 19 de mayo del presente el juez de guardia envió a prisión a cinco de los detenidos, entre ellos al presunto cabecilla de la operación cuyas iniciales eran E.G.R.C y a uno de los peritos.

Sin lugar a dudas, es una pena que jugadores de cierto renombre y conocidos caigan una vez finalizadas sus carreras en este tipo de cuestiones vinculadas con la justicia.

La vida del jugador zaragozano ha sido considerada algo más que una historia de deporte, en general, o de fútbol, en particular, llena de tropiezos aunque si es cierto que se levantó tras cada uno de ellos.

El conspicuo Jesús nació en Zaragoza en la primavera de 1974 en el seno de una familia humilde que poseía una característica muy singular, la cual formaría parte de su vida: como era su pertenencia a la etnia gitana, circunstancia ésta que le generó  portadas y la atención de los medios de comunicación de todo el mundo.

En 1992 debutó con el Real Zaragoza frente a la Real Sociedad en el estadio de Atocha, procedente de equipos en los que, dentro de las categorías inferiores, ya destacó por su juego, como eran el Miralbueno y el Oliver. A los tres días de aquel debut en liga lo hizo en la Copa de la UEFA, enfrentándose al FREM de Copenhague y en el que dos goles suyos sirvieron para que el equipo maño se llevara la victoria por cinco goles a uno, realizando nuestro protagonista un soberbio partido que hacía pronosticar una carrera cargada de éxitos.

Como producto de lo anterior, debutaría rápidamente con la selección sub-21, pero a continuación en un partido de Copa del Rey frente al Oviedo se rompió los ligamentos del tobillo. No obstante, esa misma temporada volvió a jugar, aunque tanto la lesión como las largas noches de guardia al realizar el servicio militar, hicieron mucha mella en aquel momento de su carrera.

Por aquel tiempo, llegó a dirigir el equipo un joven y exitoso Víctor Fernández que manejaba un grupo de magníficos jugadores como Esnaider, Padeza, Moisés y el “paquete” Higuera, que relegaron a Seba a volver al filial, siendo cedido posteriormente al Villareal donde hizo una gran campaña. Esto le permitió emprender un viaje vital junto a dos compañeros de las categorías inferiores como eran Roberto Martínez e Isidro Díaz; una aventura sin igual que los convertiría en auténticos precursores del fútbol español en lo que sería una posterior colonización del balompié inglés.

Estos tres “mosqueteros” ficharon por un club inglés de 3ª división, el otrora desconocido Wigan que en aquel momento había sido adquirido por el ex jugador y magnate inglés Dave Whelan quien pidió consejo de sus tiendas deportivas en Zaragoza (JJB), recomendándole éste el fichaje de los tres jugadores; así nació el grupo de los “Three amigos”.

Los tres “españolitos” se fueron a un pueblo cercano a Manchester, el que da nombre al equipo de fútbol donde, pese a la tradición futbolística del lugar, se caracterizaba por la rivalidad con el de rugby que llegaba hasta el extremo de celebrarse las derrotas del equipo del balón ovalado en las propias gradas del estadio de fútbol. Es más, era tan curiosa la afición del equipo inglés que cuando salían al campo como titulares los jugadores hispanos se les saludaba con sombreros mejicanos.

Al año siguiente, producto de la nostalgia del Miralbueno, volvió al filial del Real Zaragoza, y pese al interés y la lucha por abrirse camino en el primer equipo, fue relegado a las categorías inferiores coincidiendo con Luís Costa y con Manolo Villanova; dicha situación le hizo tener la fuerza suficiente para emigrar al fútbol portugués donde, primero, Chaves y, posteriormente, Os Belenenses fueron sus clubes durante un trienio. Pero la mala suerte, se cebó posteriormente con el jugador maño ya que fue afectado por una patología cardíaca que iba poniendo fin a su periplo futbolístico.

Una vez ocurrida la desgracia de la enfermedad, deambuló por equipos de la 2ª división B, como sería el Orihuela y, a continuación, el Palencia, para continuar en el Andorra donde estuvo cuatro años y llegó a ser capitán. Su peregrinaje deportivo como futbolista finalizó, para cerrar el círculo, en el CD. Oliver de su tierra.

En estos momentos, y cuando se produjo la estafa, Seba se encontraba dirigiendo la residencia de las categorías inferiores del Wigan de la mano de su amigo Roberto Martínez (hasta esta temporada director técnico del Wigan, ahora del Everton) y de Dave Whelan (dueño del club inglés).

Pero el delito de estafa cometido por el ex jugador maño no ha sido el único que ha salpicado al mundo del fútbol. También otros ilustres han estado de alguna u otra manera relacionados con este tipo de ilícitos. Así, puede citarse la denuncia presentada contra Juanito Martagón (celebérrimo ex central del Sevilla FC, hoy delegado del club) que también fue requerido penalmente por presunta estafa y apropiación indebida por una cantidad de 386.000 euros (diariodesevilla.es, 20 de mayo de 2013), en relación a la actividad de una sociedad de la que formaba parte y que se dedicaba a la refinanciación y unificación de créditos. Así, el delegado sevillista ya ha presentado declaración como imputado en dos ocasiones en el juzgado de instrucción nº 3 de Sevilla. El juez le imputa haber recibido a través de la sociedad Consultoría de Estudios Hipotecarios S.L. y en concepto de préstamo de inversión la cantidad precitada de un grupo de personas a las que se les habría prometido un rendimiento de un 20% anual, señalando que él no tuvo que ver absolutamente nada con la administración y gestión de la sociedad, declarando que no sabe dónde se encuentra dicha cifra de dinero y que se siente perjudicado por la propia sociedad (a la cual le prestó 30.000 euros), admitiendo que, en los años 2005 y principios de 2006, estuvo trabajando para tal entidad. Otros supuestos de estafa en la que se encuentran relacionados ciertos futbolistas son la de una querella admitida en los juzgados de Barcelona en la que han sido acusados los jugadores Puyol y Eto´o en virtud de una relación con el empresario Antonio García Zapata relacionado con la explotación y comercialización de relojes y otros artículos de lujo en la que ponían el nombre tanto Carles como Samuel (actual jugador del Anzhi ruso), autorizando la utilización de las denominaciones CP5 y “Samuel Eto´o) ya que los querellados obtuvieron cerca de 500.000 euros del principal afectado, haciéndole creer que participarían en la comercialización. Otros jugadores se han visto salpicados por el delito patrimonial examinado, como son Víctor Valdés y Asier Del Horno, siendo acusados de obtener el título de patrón de yates de manera fraudulenta.

En el Derecho penal, la estafa no constituye un concepto coincidente con el sentido coloquial del término; siendo así, que debemos ir al contenido del art. 248 del Código para indicar una noción específica del mismo. Por estafa, hay que preceptuar a “aquel que con ánimo de lucro utiliza engaño bastante para producir error en otro, induciéndole a realizar un acto de disposición en perjuicio de si mismo o de u tercero” por lo que es necesario determinar ciertos elementos como son: engaño bastante, que sea necesario para inducir a error a otra persona y que ésta a través de ese engaño pueda realizar una disposición suya patrimonial que genera un perjuicio para ella misma o para un tercero, al objeto de generar para el infractor un beneficio o lucro patrimonial a costa del sujeto engañado o de un tercero. Al sujeto que cometa la estafa, en cuanto al tipo básico, esto es, sin ningún tipo de agravación se le impondrá la pena de seis meses a tres años de prisión siempre y cuando la cantidad defraudada sea mayor de 400 euros puesto que si fuera menor le castigaríamos con el art. 623. 4 CP, con localización permanente de cuatro a doce días o multa de uno a dos meses. En el caso de Jesús Seba, debería aplicarse la pena del art. 250 ya que se advierte que se cumple el requisito de agravación del nº 5 de dicho precepto al exigirse una cantidad de más de 50.000 euros defraudados. En definitiva, la pena a imponer es aquella que irá desde uno a seis años de prisión y de multa de seis a doce meses.

Por consiguiente, son varios los ejemplos de jugadores de fútbol relacionados con los delitos patrimoniales, pero estos personajes del circo del fútbol, tienen que generar unas expectativas y modelos hacia los demás que los alejen de este mundo delictivo, puesto que deberían ser estereotipos de educación, valores, deportividad y una correcta convivencia social pues son la imagen para muchas personas; el deporte, en general, y el fútbol, en particular, les genera un rol que proyectan hacia la sociedad, por ello, hay que decirles que “la mujer del césar no solo tiene que serla, sino parecerla”…