Tras una temporada larga y sufrida, el Real Jaén celebró ayer por las calles de la ciudad el ascenso a Segunda División. Catorce años después, el centro de la capital se llenó de aficionados para aclamar sin descanso a todas las personas que componen el Real Jaén, desde el presidente y sus directivos hasta los encargados del material.
A las 19:00 horas, partió del estadio de La Victoria un autobús descapotable rumbo al Ayuntamiento. Allí, toda la plantilla fue recibida por una corporación municipal encabezada por el alcalde, José Enrique Fernández de Moya, y el concejal de deportes, Higinio Vilches. El Ayuntamiento obsequió a los jugadores con el escudo de la ciudad y, además, fueron invitados a firmar en el libro de honor. Más tarde llegaría uno de los momentos más esperados: los discursos desde el balcón del Ayuntamiento. Fuera aguardaban miles de jienenses que abarrotaban la plaza de Santa María. Rafael Teruel, Manolo Herrero y Fran Machado, comenzaron dando las gracias a todos los aficionados por su apoyo incondicional, y más tarde, otros jugadores hicieron estallar la plaza con cánticos y bailes.
Más tarde, sobre las 21:30, el Real Jaén visitó la Diputación Provincial y fue recibido por su presidente, Francisco Reyes, quien se mostró muy feliz por el ascenso: «el Real Jaén nos ha dado una alegría a todos los jiennenses, con independencia del municipio donde residan. Por eso, quiero felicitar a los jugadores y al cuerpo técnico, que han hecho una magnífica temporada, en la que su esfuerzo, trabajo y sacrificio ha sido recompensando con el ascenso a Segunda División, a la División de Plata del fútbol español». Reyes hizo entrega de una placa al presidente del Real Jaén, Rafael Teruel.
Y por último, el fin de fiesta llegó en el estadio de La Victoria, donde el club tenía preparado un espectáculo de música, luces y fuegos artificiales que emocionó a los aproximadamente 4.000 aficionados que se dieron cita. Manu, joven portero de la primera plantilla, se echó la ceremonia a sus espaldas y presentó a todos y cada uno de sus compañeros. Toni García, Raúl Gaitán, Mario Martos y Fran Machado fueron algunos de los más aclamados. Sin embargo, fue Manolo Herrero, manteado por sus jugadores, quien se llevó la mayor ovación de la noche.
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