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Nuestro deporte está herido

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balonmanoEn estos días llegan en cascada las noticias de los problemas que están teniendo infinidad de clubes y deportistas para poder seguir compitiendo y afrontar la próxima temporada con garantías.

El balonmano español se queda sin un histórico como el BM Ciudad Real, estos dos últimos años Atlético de Madrid, equipos que ascienden a la liga ACB, como Burgos o Alicante,  y no pueden pagar el canon para poder jugar, equipos ciclistas como Euskastel que piden más patrocinadores o esta será la temporada de su desaparición, deportistas como el piragüista  Craviotto, que lleva meses sin cobrar la ayuda ADO que se ganó en las últimas olimpiadas y que no sabe si podrá asistir a los próximos campeonatos del mundo, o su compañero David Cal, uno de nuestros deportistas olímpicos más laureado, que ha tenido que emigrar a Brasil para poder competir. Gimnastas que se van a equipos franceses para poder asistir a alguna competición porque en España no las hay…son muchos ejemplos que nos dejan ver claramente que el deporte español está herido casi de muerte.

Si salimos del los focos mediáticos e intocables del fútbol, todos los demás deportes están muy tocados y si no se remedia pronto, esto no va a tener solución. Decía el presidente el balonmano Ciudad Real que no entendía por qué ellos no podían tener el mismo trato que tiene el fútbol y que no le han dado opción a poder negociar la deuda con hacienda. Quizás tenga parte de razón, pero si con el fútbol se está haciendo mal y nos quejamos de ello, no pretendamos que con nosotros también se haga mal. Se ha vivido por encima de las posibilidades amparados en las ayudas institucionales, ahora esas ayudas no existen y llegan los problemas.

A esta situación hay que añadir otra, que para mí es igual o más grave aún que la anteriormente expuesta, y es que en la revisión que se ha hecho de la ley del Deporte, y a través del Ministerio de Trabajo, se va a obligar a todos los clubes a regularizar la situación laboral de sus trabajadores. Es decir, que los técnicos que hasta ahora venían trabajando como voluntarios, y que ese voluntariado era el alma del deporte base, van a tener que ser dados de alta para que puedan desarrollar sus funciones. Estoy de acuerdo en que haya que regularizar la situación de muchos entrenadores y directores deportivos, pero la realidad es que la gran mayoría de esos técnicos cobran una “limosna” por desarrollar su trabajo y que lo hacen altruistamente. Un monitor deportivo puede cobrar mensualmente 150 € como ayuda, si a esos monitores hay que darlos de alta en la seguridad social aumentaría el gasto alrededor de un 40% que al final va a repercutir en una subida de cuotas a padres, y la verdad ,la situación no está para muchos aumentos de pagos extras. Entendería que a esos entrenadores, directores deportivos, responsables de cantera que cobran unas cantidades importantes por su trabajo si habría que regularizarlos, pero los técnicos cuyo salario es insignificante no creo que sea necesario, porque esto llevaría a los clubes a su desaparición o a disminuir drásticamente su número de equipos y dejar fuera de la práctica deportiva a muchos niños y niñas.

Todo esto contrasta con el alarde de poderío que estamos haciendo para que volvamos a ser sede olímpica en 2020. Comitiva va, comitiva viene, para decirle al mundo que estamos preparados para lo que “haga falta”. Con el gasto de esas comitivas seguro que Craviotto o algún gimnasta podría haber competido casi todo el año, pero eso ahora no es importante, lo importante es decir que sólo nos vamos a gastar unos pocos millones porque lo demás ya lo tenemos. Sería magnífico poder conseguir la sede olímpica, pero quizás si eso se produce nos encontremos con la paradoja de que no tengamos atletas de nivel que nos representen, porque si todo sigue igual, nuestros deportistas irán abandonando sus entrenamientos y tendremos unos palcos llenos de autoridades, porque ellos no faltarán, y unas pistas vacías de deportistas.