El Atlético de Madrid se ha encontrado con un bendito overbooking de porteros en su plantilla. El club que cuenta con tres guardametas, más Bono, ha resuelto esta complicada situación de una manera muy poco habitual. Si los analizamos a fondo este problema está basado en una bendición: el grandísimo estado de forma de Thibout Courtois.
Moyá y Andrés Fernández son hombres que han estado muy cerca de la ribera del Manzanares pero finalmente no han firmado aterrados por el hecho de estar, mínimo, una temporada a la sombra de la joven estrella belga. El Atlético buscaba portero, algo que extrañaba hace algunos días pero que, en el momento en que se oficializó la cesión de Asenjo al Villarreal, se hizo más que evidente. Ese ansiado fichaje llegó ayer, lo que nadie se esperaba era lo que sucedería a continuación.
El Atlético de Madrid llegó ayer a un acuerdo con el ya ex zaragocista Roberto. El portero firmará por las próximas cuatro temporadas y aquí viene la bomba: el primer año lo jugará cedido en el Olympiacos. El equipo griego está siendo entrenado por Michel quien ha sido su principal valedor y el impulsor de que el portero juegue su primer año de contrato con los rojiblancos en Grecia. Esta medida hace que el portero cuente con una titularidad indiscutible y siga fogueándose de cara a la marcha de Courtois del Atleti. Que nadie olvide que el belga está en el Calderón cedido.
Hay algo dentro de todo esto que la gente tal vez no advierta pero que es positiva para la entidad colchonera. De todo este embrollo hay un principal beneficiado y ese es Yassine Bounou. El joven portero más conocido como Bono pasará de primer portero del B a lucha por la titularidad del primer equipo, además de que seguramente contará con minutos en alguna competición como la Copa del Rey donde los entrenadores acostumbran a dar minutos a los menos habituales. Se abre la puerta de esta forma a uno de los canteranos rojiblancos más prometedores a la vez que quedan en el aire dos nombres como son Roberto y Asenjo.
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