¿O por qué no? En España hay tantos entrenadores como ciudadanos. Todos sabemos de fútbol. Todos sabemos qué es y qué no es lo que le hace falta a un equipo; “¡pero saca a fulano y quita a mengano,que no vale para nada¡” se escucha en cualquier lugar de este santo país.¿A que sí?
Es muy fácil hablar de fútbol,es gratis y saludable. Es una forma hasta de evadirse por unos minutos de la crisis.Lo difícil es acertar con un fichaje o con un esquema de juego. En eso anda ahora el Madrid de Ancelotti.
Así de primeras, parece que apuesta por juntar a los buenos, o al menos a los más técnicos. Ya sea en forma de “cuadrado mágico” “wonderbrá” o “triángulo de las Bermudas”, la intención del italiano es, obviamente, buena. ¿Funcionará? Se supone que sí. Debe.
Y en estas se sigue escuchando el nombre de Gareth Bale. El fichaje “mediático”, es decir, extranjero, que siempre debe figurar en la foto de un club grande. No seré yo quien dude de su calidad, pero cuando se escucha su nombre se piensa si realmente es necesario para el Madrid. Hay gente buena en su puesto.Di María sin ir más lejos.Es un dato objetivo.
Lo que pasa es que en este país estamos acostumbrados a valorar más lo de fuera que lo de casa, y en el caso del Madrid, asusta pensar que sea la cantera quien tenga peso específico en la primera plantilla. Pedimos mucha cantera pero luego desconfiamos, ¿verdad?
En las pretemporadas siempre pasa lo mismo.Vemos a un montón de canteranos, nos hartamos de escuchar y leer titulares sobre lo mucho que triunfarán y luego… la dureza de la temporada y la presión por ganar hace que “desaparezcan parcialmente” del mapa.
Si apostamos por esta teoría, cabe pensar que un equipo como el Madrid necesita jugadores con nombre, glamour y gancho para vender camisetas. Bale no es un “megacrack” mundial, aunque si fichara por el Madrid aumentaría su caché y podría llegar a serlo. ¿Hay que ir a por él? ¿Hay que comenzar a regatear desde 120 millones hacia abajo? ¿No parece un poco arriesgado?
Eso que lo decidan quienes lo tienen que decidir “que para eso cobran un pastón” como diría cualquier entrenador, perdón, cualquier ciudadano de este país. Suerte.
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