El oro en un campeonato del mundo, de una selección cuyo deporte cuenta con apenas 500 licencias en su país ha de calificarse como un milagro. Pues eso, ni más ni menos, es lo que ha conseguido el combinado español de waterpolo femenino. Sin apenas ayudas y con escaso eco mediático, las chicas que dirige Miki Oca han hecho historia al lograr la victoria en el Campeonato del Mundo de Barcelona 2013. Y además, han dado otro golpe femenino en la mesa del deporte nacional, que tradicionalmente ha sido bastante machista. Jennifer Pareja, Laura Ester, Pili Peña, Roser Tarragó, Anni Espar, Marta Bach, Lorena Miranda, Mayca García, Andrea Blas, Patri Herrera, Ona Meseguer, Laura López y Mati Ortiz han escrito otra página más en la historia del waterpolo español y ésta vez dorada.
Tras su grandiosa plata olímpica en Londres 2012, confirman su crecimiento pese al olvido de los medios una vez pasado el ruido de los Juegos. Ahora, apenas un año más tarde regresan a escena con un rendimiento incluso mejor y una medalla que adorna ya un palmarés de ensueño. En Barcelona 2013 comenzaron a ralentí. En el partido del debut superaron con más apuros de los previstos a Holanda. Aún en primera fase cayeron con Rusia y vencieron con comodidad a Uzbekistán. En octavos, pasaron por encima de Nueva Zelanda, pero su segundo puesto en grupos les cruzaba con EE.UU, su verdugo en la reciente final olímpica. Entonces apareció la magia de la piscina Picornell y la calidad de las españolas que no dieron opción a las norteamericanas y las apartaron de la lucha por los metales. En semis, Hungría puso las cosas cuesta arriba, pero de nuevo la casta patria les llevó a remontar tres goles de diferencia y acabar ganando 13-12. En la gran final, España notó su experiencia en estas lides y apabulló de inicio a Australia.
Cuando en ataque se acabó la lucidez, supo apretar en defensa para llevarse de forma brillante (8-6) un oro espectacular. Además, la capitana Jennifer Pareja (cuyas raíces maternas son jiennenses, concretamente de Orcera, en la Sierra de Segura), fue declarada MVP del Campeonato y Laura Ester, mejor portera. Poco más se puede argumentar a tan excelsa hazaña. O quizás sí. Hasta seis de las chicas fueron campeonas del Mundo júnior en 2011 en Trieste (Italia) y por tanto, cuerda les queda para rato, seguramente con los Juegos de Río en el punto de mira. Para ello, tanto la Federación como los altos estamentos deportivos de nuestro país así como la afición debemos estar a la altura.
Es cierto que el fútbol domina el panorama en España, pero cada cuatro años nos gusta sacar pecho con las medallas y criticar a los que tras mucho esfuerzo se quedan cerca de ellas. Las medallas no se logran cada cuatro años, sino cada día, en cada entrenamiento. Si no, que se lo cuenten a las 13 waterpolistas, que representando las 500 licencias españolas, han realizado un milagro: pueden decir que son campeonas del Mundo.
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