Estos días, con el comienzo de la liga, han aparecido en los medios nacionales declaraciones que, por venir de quienes vienen, deben ser tenidas en cuenta. Al margen de las ya comentadas en mi último artículo y realizadas por Negredo en en el sentido de que nuestra liga es sólo de dos, el entrenador del Rayo Vallecano Paco Jémez, que algo debe saber de esto, se ha descolgado con que la liga en España no tiene demasiado atractiv. Igualmente Simeone, el entrenador del tercer equipo del campeonato, ante la imposibilidad de ganar la competición dice más de lo mismo.
Pero las declaraciones sobre este asunto y de este tipo no provienen sólo del estamento profesional, sino que un periodista tan capacitado como Alfredo Relaño firmaba en As uno de sus “Tema del Día” haciendo referencia al desastroso reparto de los derechos televisivos y las malas consecuencias que el mismo acarrea.
Por no haber sido aceptado el descenso administrativo del Hércules por los supuestos amaños de partidos, Tebas dice que ha estado a punto de dimitir, extraño verbo para ser conjugado en nuestro país, y al no haberlo hecho creo que los que entendemos el fútbol, desde otra óptica, hemos tenido mala suerte. El único defensor del despropósito en el que vive nuestro fútbol, el ínclito Tabas, al no aceptarse lo que él ha defendido con tanto ahínco, lo racional y ético, hubiese sido coger el camino y marcharse, pero claro, esto hubiese supuesto que el verbo dimitir, al menos en esta ocasión, se hubiese conjugado adecuadamente.
De todas formas, no podemos perder de vista que Tebas ha sido elegido por los propios clubes y este hecho dificulta más aún entender esta situación.
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