Viejos recuerdos, viejas sensaciones y viejas alegrías. Eso es lo que transmite Raúl, un hombre que ha escrito y que forma parte de la historia del Real Madrid. Hoy era el día de que el madridismo se volviera a reencontrar con su capitán, eterno capitán. Se llevaba mucho tiempo esperando un homenaje así, y el madridismo no ha fallado. Al margen del partido, hoy era su día, el día de volver a estrechar la mano de su afición de toda la vida y caminar juntos por el Santiago Bernabéu.
Raúl volvió a dirigir un calentamiento del Madrid, entre orgullo e ilusión invadían la grada. El Rey Juan Carlos no quiso perderse el homenaje y Raúl subió a saludarle y recogió una maqueta de la Cibeles, esa que tantas veces ha podido visitar.
El capitán jugó la primera parte con su equipo de siempre, el Madrid. Se enfundó el 7 a la espalda, detalle de Cristiano cediendo su dorsal. Iker tampoco dudó en cederle el brazalete de capitán, todo volvía a ser como antes. En el partido todos le buscaban y encontró su premio marcando el primer gol del partido. Toda la primera parte giró en torno a él.
En la segunda parte ya se puso la camisa de su actual equipo, el Al Saad. El segundo gol fue de Isco, otra vez de cabeza. El tercero fue de Benzema de penalti y los dos últimos vinieron de una de las perlas de la cantera, Jesé que también reclamó su protagonismo ante la inminente llegada de Gareth Bale. El partido fue lo de menos, Raúl volvió a la que siempre será su casa y el madridismo se encargó de recordárselo.
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