Dos jornadas de liga y un partido de Supercopa parecen haber bastado en las oficinas del Fútbol Club Barcelona para usar un arma que llevan sacando a la luz unos años ya. Estas eran las palabras de Zubizarreta al término del partido contra el Málaga de este fin de semana: “esperemos que los árbitros piten todas las faltas que le hacen a Neymar”. Extrañan estas declaraciones ¿es que al director deportivo del Barça solo le importa Neymar? Los azulgranas, que tantas veces ha dicho que no hablan de árbitros, no hacen más que contradecirse. Era Guardiola hace unos años el que decía que los árbitros tenían la obligación de proteger a Messi y, digo yo, ¿acaso el hecho de que un jugador valga más dinero le debe brindar una protección mayor?
Jugadores como Griezmann, Lass o incluso Diego Costa son cada semana acosados por las defensas rivales con más dureza aún que la que sufren cracks con Messi, Neymar o Ronaldo. Pero claro no es la misma la atención que las cámaras, y los árbitros por desgracia, prestan a lo que les sucede a unos y otros. Cansa ver cómo año tras año los dos grandes ejercen ese instrumento de presión arbitral que tanto juega a su favor. Si algo debe pedírsele a los colegiados es imparcialidad. Deben arbitrar sin mirar caras o escudos y eso los directivos de la ciudad condal y la castellana no parecen entenderlo.
A mi entender este tipo de declaraciones, en las que los hombres de traje de los clubes piden a los trencillas que se fijen más en este o aquel jugador, deberían ser sancionadas o con dureza porque en el terreno de juego la dureza excesiva no se debe consentir hacia ningún jugador, independientemente de en qué equipo juegue o cuanto haya desembolsado dicho club por él.
Follow
