Sus disparos de celebración se hicieron famosos en Atenas 2004. Entrando en meta sacó sus revólveres para celebrar una plata que sabía a oro. Ya había sido campeón de Europa en 2002, pero esa medalla olímpica suponía su consagración como ciclista de bicicleta de montaña. Desde aquel momento único en la capital griega han pasado nueve años y muchas carreras. Muchos éxitos y alguna decepción que otra. Hoy, a sus 35 años, ha vuelto una vez más a un podio internacional. Se trata de José Antonio Hermida, el abanderado histórico del mountain bike masculino en nuestro país. El gerundense ha logrado la medalla de bronce en el Mundial de la modalidad que se ha disputado en la ciudad sudafricana de Pietermaritzburg.
Hermida es un veterano en estas lides. Lleva muchas balas gastadas y llegaba a la cita muy motivado. Conocía el recorrido por su victoria en tierras sudafricanas en una edición de Copa del Mundo hace unos años y apostaba fuerte por sí mismo. En la competición lo ha demostrado. Imposible seguir al vigente campeón, el suizo Schurter, que ha dominado de principio a fin, Hermida se ha movido rápido para liderar su persecución. Se ha desgastado mucho en ese objetivo en las primeras vueltas y finalmente el alemán Fumic le ha arrebatado la plata, al llegar sólo 7 segundos más tarde que el propio Schurter, que ha reeditado título. Pero el bronce no se le ha escapado. Una presea que sirve para olvidar el regusto amargo de su cuarto puesto en Londres 2012. Una medalla de chocolate que también conoció en la edición de Sidney 2000. Precisamente otro español que fue diploma, en este caso octavo en Londres 2012, Carlos Coloma, no pudo finalizar la prueba y se retiró, siendo el segundo mejor español Sergio Mantecón, que terminó 24º a 5:12 minutos del ganador.
El bronce de Hermida sirve para continuar un palmarés excelente en Mundiales sénior. Se une al bronce de Livingno 2005 y a su oro de Moint Sainte Anne 2010, donde se convirtió en el mejor biker del mundo tras haberlo sido de Europa en 2002, 2004 y 2007. Con su edad, quizás esté cada vez más cerca su retirada, pero a buen seguro, que mientras siga en activo se caracterizará por su instinto en carrera y su competitividad. Y sus rivales deberán permanecer en guardia porque como ha demostrado, el pistolero Hermida sigue con ganas de añadir muescas a su revólver en forma de medalla.
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