Inicio 1ª División El Sevilla gana (4-1) al Rayo y respira

El Sevilla gana (4-1) al Rayo y respira

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carlos_bacca_0El Sevilla hizo lo que tenía que hacer y ganó al Rayo Vallecano. Era, pese a estar la Liga en sus inicios, un partido muy complicado para el equipo de Emery. Muchos comentarios previos, muchas valoraciones y hasta una ratificación. Todos los ingredientes para cocinar una crísis impropia de este momento de temporada. Sin embargo el partido muy pronto se puso de cara para los locales y Jémez veía trastocada su idea de jugar, como era lógico, con la ansiedad del equipo sevillista.

Se jugaba el minuto 16 cuando Coke es objeto de falta dentro del área rayista y Mateu señala pena máxima. Rakitic transforma el penalti y el partido. Todo cambia cuando el viento sopla a favor de las necesidades y, estándolo los dos, era el Sevilla el que vivía una situación más agustiosa. No sabe vivir en el agujero y está semana lo estaba pasando muy mal. Sin embargo el Rayo no se arrugó y quiso oponer resistencia. Esa actitud y las ocasiones erradas por los sevillistas llevaron el pellizco del miedo a la grada. Se llegó al descanso con preocupación y viendo fantasmas de otras noches en el Ramón Sánchez Pizjuán.

La segunda parte era una interrogación abierta. Habia que ver si los sevillistas salían con ánimo de resolver o espesos como otras veces. Todos pendientes y Rakitic a lo suyo. No había llegado el minuto 10 de la segunda parte y el lider sevillista desbloqueó el partido con un segundo tanto de falta directa. El croata colocó al Sevilla con una ventaja cómoda que, sin embargo, no iba a durar mucho porque Adrián, el hijo de Michel exentrenador sevillista, de un certero cabezazo metió al Rayo en el partido, metió el miedo en el cuerpo al sevilllismo y a punto estuvo, minutos después, de empatar el partido.

En ese momento la afición mandó un recado al equipo pidiendo más casta. Las cosas se podían torcer pero el Rayo, por una clara infracción, se queda con uno menos por expulsión de Gálvez. Con diez, el Rayo Vallecano siguió intentando el empate pero el colombiano Bacca, que había sustituido a un desdibujado Marin, hizo el 3-1 y ahí se terminó el encuentro.

Los vallecanos se quedaron con nueve por justa explulsión de Viera y otra vez Bacca sentenciaría un partido que fue más áspero y mucho más peleado de lo que dice el marcador. Bien está lo que bien acaba y con este resultado puede descansar Emery y el equipo, respirar tras un triunfo que necesitaba con urgencia para apagar estos fuegos de otoño.