Si nos detenemos a escuchar el entorno del Atlético de Madrid de que al club llegara, como entrenador, Diego Pablo Simeone nos daremos cuenta de que esas son las palabras más repetidas entre el cuerpo técnico, la plantilla o la directiva. Tanto ha sido así que ya hasta los aficionados dejan de hacerse ilusiones con futuros títulos y se dedican a disfrutar de choque en choque. Pese a lo imperante de esta filosofía futbolera este sábado tiene lugar uno de esos encuentros que nadie se atrevería a catalogar como uno más. En menos de 48 horas se disputará el gran derbi madrileño y ahora sí, el equipo no piensa en otra cosa.
Las palabras de Courtois al decir “son otros tres puntos, es otra final” dejaban entrever las dos caras del partido que tendrá lugar en el Bernabéu. Por un lado en juego solo habrá tres puntos que si caen para el lado merengue significarán el adelantar a los vecinos colchoneros, y si caen del lado de estos últimos aumentar la distancia con el eterno rival hasta los cinco puntos. Se dé el caso que se dé, desde el Manzanares no va a cambiar el discurso. Para este nuevo Atleti este partido vale lo mismo que el pasado contra Osasuna o contra el Almería. Y para mí que sigan así.
Fuera de lo anímico, este derbi solo vale tres puntos y pase lo que pase en el partido habrá que seguir después peleando con la misma intensidad y ahínco que se han derrochado hasta el momento. Solo de esta manera se pueden conseguir los objetivos planteados y que quede claro que este es el mejor método para afrontar el partido contra el Real Madrid. Porque a este Atlético le funciona lo de ir partido a partido y el sábado, toca derbi.
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