Inicio 1ª División Viera prolonga la crisis de la Real (1-0)

Viera prolonga la crisis de la Real (1-0)

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David de la Torre Díaz.

Rayo

El grancanario provoca y marca un penalti en el 89 que ajusticia a una Real sin chispa. Los txuri-urdin, que llevan sin ganar desde la primera jornada, acusaron la resaca europea.

Rayo Vallecano y Real Sociedad llegaban al partido con urgencias. Cualquier resultado que no fuera una victoria dejaba tocado a uno u otro conjunto. Por lo tanto, el empate no existía ni en la libreta de Jémez ni en la de Arrasate. Los locales presentaban a Zé Castro y Nery Castillo como principales novedades en el once titular, con Viera y Gálvez volviendo a la convocatoria tras el episodio de Sevilla. La Real por su parte apostaba por un once de garantías, con Ansotegui y Agirretxe como únicas novedades respecto al equipo que jugó de inicio en Leverkusen. Un partido abierto e interesante sobre el papel donde el Rayo, por petición expresa de su técnico, comenzaría llevando la iniciativa. Ya conocemos la idea de fútbol de Jémez.

 

¿Filosofía o suicidio? E aquí la cuestión

La directriz de Jémez era clara: sacar el balón jugado desde atrás. Y no es que sorprenda que la ponga en práctica, puesto que lo lleva haciendo en cada uno de los equipos que ha dirigido. Lo que sorprende es la rigidez del discurso. Llevan su filosofía hasta las últimas consecuencias y, a no ser que hilen sobrenaturalmente fino, esta les lleva a cometer errores que facilitan en exceso la labor de los contrarios. Vela se encargó de demostrárselo en el minuto 16, pero su disparo fue desviado por Rubén a córner. Primer fallo en la salida y primera ocasión para la Real. Lástima que los donostiarras no andaran excelsos físicamente y su presión en la salida de pelota fuera cuanto menos intermitente.

La Real se mantenía a la expectativa en el partido, mezcla del cansancio de la Champions y de la sapiencia de que su dinamita arriba era bastante más explosiva que la del contrario. Mientras, el Rayo elaboraba y creaba ocasiones. Primero fue Adrián con un disparo al larguero tras anticiparse a Iñigo y, posteriormente, sería Larrivey quien estrellaría un testarazo en el palo tras un centro desde la derecha de Lass. Es curioso, pero a pesar del mayor número de ocasiones vallecanas, la sensación de peligro era superior cuando el equipo de Arrasate se acercaba a la portería de Rubén. El Rayo Vallecano es el Barcelona de los humildes y este último calificativo es el que hace de su propuesta futbolística una preciosa locura. Por algo el Barcelona lleva veintiún puntos y el equipo de Jémez tres. Cuestión de calidad.

 

 

El triunfo de lo distinto

La segunda parte fue una antítesis de la primera. El partido bajó en calidad debido a la fatiga de ambos conjuntos y las imprecisiones se hicieron dueñas del mismo. Mala noticia para el Rayo, ya que este tipo de partidos suele llevárselos el equipo con futbolistas de mayor calidad individual, la Real en este caso. Una genialidad de Carlos Vela a punto estuvo de suponer el primer gol para los visitantes, pero Agirretxe falló a puerta vacía inexplicablemente. A continuación, fue De la Bella quien probó el disparo desde la izquierda, pero el balón se fue demasiado cruzado. La Real se sabía superior y Arrasate fue a por el partido. Metió a seferovic y quitó a Zurutuza, pasando de un 4-2-3-1 a un 4-4-2 con el suizo y Agirretxe en punta. El partido se encaminaba al empate o a la victoria de los donostiarras. Lo que nadie esperaba era la victoria de los vallecanos. Nadie excepto Jonathan Viera. El grancanario, que había salido en el minuto 52 en sustitución de Falqué, sacó un penalti de la nada en el 89 y el mismo lo transformó con esa pasividad que tienen los de su tierra. Un gol que vale una victoria y que ahonda aún más en la crisis de la Real Sociedad. Arrasate tiene trabajo, la sombra de Montanier cada día es más alargada.