Inicio FC. Barcelona El Barça vuelve a estrellarse contra la muralla rossonera‏

El Barça vuelve a estrellarse contra la muralla rossonera‏

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Messi (2)David de la Torre Díaz.  Un Milan-Barcelona no es un partido más. El segundo duelo más repetido en Europa, solo superado por el Bayern-Real Madrid, es un encuentro con final incierto independientemente del momento que pasen ambos equipos. Incluso si uno es líder en su liga y el otro es octavo en la suya. Incluso si el centro del campo de uno es Montolivo-De Jong-Muntari y el del otro Xavi-Busquets-Iniesta. En partidos de este calibre, las fuerzas se igualan y apostar por un favorito es tarea arduo complicada. No tienen que echar la vista muy atrás, basta con recordar su último asalto en San Siro. Lo que pasa en Milan, se queda en Milan.

Aparecía el equipo de Allegri tras cosechar una victoria por la mínima frente al Udinese en la última jornada del Calcio. Marcó Birsa, la mayor revelación rossonera esta temporada. Sobre el campo, el  equipo italiano partía con un 4-3-3 donde Amelia, por la lesión de Abbiati, y sobretodo el recién recuperado Kaká, aparecían como caras nuevas. Mientras, el Barça salía con casi todo. Martino disponía por primera vez en la temporada de sus cuatro centrales, aunque finalmente Puyol quedó fuera de la convocatoria. El puesto del lesionado Jordi Alba lo cubría de nuevo el brasileño Adriano y arriba, Messi y Neymar se juntaban en Europa por primera vez desde el inicio. «El Barça llevará la iniciativa y el Milan esperará su oportunidad a la contra», pensaría cualquier aficionado al fútbol. Y efectivamente, así fue.

Robinho dispara, Messi responde

El Milan tenía las ideas clarísimas y así lo mostró desde el primer minuto de juego. Aspectos tácticos aparte, Kaká y Robinho estaban enchufadísimos. Si era para hacer llorar a Florentino o para hacerle un favor al Madrid, nunca lo sabremos. El caso es que entre una  combinación entre ambos chascos blancos, llegó el gol de los rossoneros. ‘Pájara’ de Mascherano en defensa, Robinho que le mete el cuerpo a Piqué y realiza una pared con Kaká para acabar fusilando a Valdés. No podían empezar peor las cosas para el Barcelona.

El equipo de Martino lo intentaba, más por fuera que por dentro, ya que el campo de minas montado por Allegri hacía poco recomendable filtrar pases por el medio. Un campo de minas que, poco a poco, se acercaba más y más a las inmediaciones de Amelia. Cada pasito hacía atrás que daban los italianos era uno hacía delante que daba el juego del Barça. Y entre pasito y pasito, apareció Messi. Primer error en la salida de los italianos, bola para Iniesta que abre para Leo y… Ya saben lo que suele ocurrir cuando recibe el astro argentino en el área. Empate en el marcador y un Barcelona que crecía según pasaban los minutos. Sin embargo, el Milan no se sentía incómodo. El plan italiano estaba saliendo según lo previsto.

El Barça controla, El Milan espera

Tras un cabezazo peligroso de Mexes y un disparo de Alexis en su enésimo desmarque a la espalda de Constant, se llegó al final del primer acto. Un primer tiempo que pareció no haber acabado nunca, puesto que al inicio de la segunda parte, todo continuaba igual que en la primera. Control total del Barça, con Iniesta como futbolista más entonado. A pesar de ello, fue el Milan quien volvió a disparar primero. Contra gestionada magistralmente por el equipo de Allegri y Robinho que no controla de manera inexplicable cuando se quedaba solo delante del portero blaugrana. «Ojo por ojo», debió pensar Iniesta, ya que tres minutos después sería el manchego quien fallaría una ocasión clamorosa para el equipo de Martino. El partido estaba abierto y cualquier equipo podía llevarse ‘el gato al agua’.

Sin embargo, la entrada de Balotelli y una ocasión clarísima de Adriano sería lo único resaltable que nos dejarían los cuarenta minutos que restaban. El partido era un monólogo blaugrana y con el paso de los minutos se volvía más un ‘dejavú’ que otra cosa. Cuantos partidos del Barcelona calcados a este habremos visto en las últimas temporadas. Y así terminó el encuentro, con un empate que contenta a ambos conjuntos y que deja el grupo ‘H’ de la Champions encarrilado para la clasificación de los dos equipos. Un empate que confirma que un Milan-Barcelona no es un partido más. Y que, ni mucho menos, la Champions es una competición cualquiera.