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El desprecio de Blatter

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imagesCADE58KFEl máximo dirigente de la FIFA, Joseph Blatter (desde el 8 de junio de 1998 sentado en la poltrona de este organismo), ha hecho gala de una torpeza manifiesta despreciando a un futbolista icono del fútbol mundial.

Cristiano Ronaldo no merecía esa falta de respeto, impropia de un señor como éste que preside “a su manera” la Federación Internacional de Fútbol.

En unas declaraciones propias de Chiquito de la Calzada (al que admiro), este individuo, bien apalancado en el negocio de la FIFA, se ha reído, mofado, agraviado, lastimado y maltratado a una figura futbolística que tiene millones de seguidores por todos los rincones del mundo. Niños, jóvenes y mayores han sentido vergüenza al ver y oír esta actuación cómica de Blatter.

Ahora ya no valen las disculpas, ya no valen las excusas. El aprecio y posicionamiento de Blatter hacia otro futbolista ha sido demoledor. Se podría hasta admitir que lo sienta así, pero no puede admitirse ni tolerarse que lo manifieste con el desprecio, la burla y la ofensa hacia otra persona.

Blatter ha demostrado su falta de tacto, de inteligencia, de conocimiento de la realidad y de las normas más básicas de educación y respeto, demostrando que quien desprecia demasiado como es su caso, se hace digno de su propio desprecio.

El Real Madrid además de la carta que ha enviado para que este personaje rectificara debería quitarle de inmediato como socio de honor y hacerle que entregue la insignia de oro y brillantes de la entidad. Porque como bien le ha respondido Cristiano Ronaldo: “Este es el respeto que FIFA nos tiene a mí, a mi club y a mi país”. Blatter no se ha equivocado, se ha retratado dando rienda suelta a sus verdaderos sentimientos y lo único que ha hecho es hacerlos públicos. Ahora se entienden muchas cosas. Blatter, ¡DIMISIÓN!.