Daniel Mata. El FC Barcelona continúa en lo más alto de la tabla tras su victoria por la mínima (1-0) ante el Espanyol. Una genialidad de Neymar, tras un doble caño, le puso el gol en bandeja a Alexis Sánchez en el ecuador de la segunda parte. Gerardo Martino, conocedor de la importancia de un derbi, alineó a su equipo de gala. La única variación se produjo en el lateral izquierdo con la entrada de Montoya ante la ausencia de Adriano y Jordi Alba. El Barça amasó la pelota desde el primer minuto. Paciente e insistente con el balón en los pies, los culés no encontraron la fluidez e intensidad necesaria para romper el entramado defensivo llevado a cabo por un Español al que le quemaba el balón en los pies durante los primeros 45 minutos.
El primer aviso lo dio Alexis Sánchez en el minuto 5 tras una buena combinación con Messi e Iniesta que acabó con una gran intervención de Kiko Casilla.
El conjunto de Javier Aguirre se dedicó a mantener la armonía defensiva ante las internadas de un FC Barcelona que no encontraba soluciones en ataque. El secuestro del cuero por parte de los culés no suponía una amenaza para los pericos. Varias internadas por banda de Dani Alves, desacertado en sus centros, fue lo más destacable por parte del conjunto local.
Tampoco los azulgranas encontraron la solución en Leo Messi. El astro argentino lleva 4 jornadas consecutivas de liga sin perforar la portería rival. No se recuerda en “Can Barça” una sequía tan pronunciada desde la temporada 2010-2011.
La parsimonia del Barça en su juego a punto estuvo de costarle un disgusto a diez minutos del descanso. Un error en la zaga culé propició la jugada más clara del Espanyol en todo el partido, tras un mano a mano que Víctor Sánchez estrelló en un Víctor Valdés en estado de gracia. La oportunidad más clara por parte de los locales llegaría minutos más tarde, con el tiempo casi cumplido, con un disparo seco de Dani Alves que escupió el palo. No dio para más la primera mitad.
La tónica reinante en los segundos 45 minutos apenas varió el guión impuesto antes del descanso. Un acercamiento de Messi en el minuto 53 fue el preludio para la jugada que rompió la igualdad en el marcador. Un Neymar, omnipresente durante todo el choque, puso el balón entre un bosque de piernas para que Alexis Sánchez la empujara a placer. Séptimo gol del chileno en Liga que le sitúa a una sola diana de Leo Messi.
Así murió un derbi insípido, con un Barça que sigue despertando dudas y que tendrá su próxima reválida el miércoles ante el Milán.
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