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Djukic salva la cabeza en el Coliseum

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vaPablo Serrano Medina.

Getafe amanecía de buen humor. El partido del domingo a la hora de la cerveza atrajo a un puñado de aficionados más de lo habitual al Coliseum Alfonso Pérez. La hinchada azulona rechinaba los dientes de nervios y saltaba de ilusión. Si ganaban el partido se irían a comer en posiciones de Champions League. A comer, a cenar y a dormir. Era el momento perfecto ante un Valencia a la deriva. Djukic pidió a los suyos “tirarse al barro” mientras él daba un nuevo ‘timonazo’ colocando a Parejo en la medular che.

La pareja Javi Fuego-Banega se divorciaba diez partidos después. El argentino avanzaba posiciones hasta situarse detrás de Paco Alcacer. Djukic es consciente de que Ever Banega es el hombre más creativo de su plantilla (mientras Canales no diga lo contrario) y optó por liberarlo de labores defensivas. El juego del Valencia no mejoró. Se mostró más serio y hecho que en partidos anteriores, pero eso no es suficiente para un club acostumbrado a ser el tercero de España. De no haber sido por el misil de Pabón, en Valencia se seguiría poniendo precio a la cabeza de Djukic.

El colombiano se sacó de la chistera un disparo desde 40 metros que quitó las telarañas de la portería defendida por Moyá. El exjugador del Betis mejora con cada partido y por su banda llegaron las pocas ocasiones de las que dispuso el Valencia. El partido se iba al descanso con 0-1 en el marcador. La grada del Alfonso Pérez,  desilusionada. El ‘Geta’ dedicaba pocos jugadores a labores ofensivas. Aun así, Lafita, Sarabia y Ciprian Marica demostraron estar en buena forma y pusieron en ciertos problemas a la defensa che.

Más preocupante fue la segunda parte del Getafe, Luís García tardó demasiado en realizar cambios ofensivos y el equipo azulón olvidó tocar las trompetas de carga. Los Pedro León y compañía se mostraron como un equipo indolente y sin ambición. Cosechando así la segunda derrota consecutiva en casa. Otra semana más, la cerveza fría deberá esperar.