Inicio 1ª División Dejemos tranquilo a Muñiz Fernández

Dejemos tranquilo a Muñiz Fernández

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53-muizJosé Luis Prados Torres.- Vuelvo a escribir en Palabra de Fútbol para defender a los árbitros, en esta ocasión a César Muñiz Fernández. El asturiano no pasa por el mejor momento de su carrera, esto es obvio, pero la campaña de acoso y derribo que lleva sufriendo desde hace meses no tiene justificación ninguna.

Muñiz se ha equivocado en varios partidos esta temporada, como tantos otros árbitros (y jugadores, entrenadores…), pero con él hay una especial animadversión. Lo más desagradable de todo es que esta campaña nació tras una entrevista a otro árbitro, José Luis Paradas Romero, quien denunció que su descenso de Primera se produjo por la decisión de Díaz Vega, director técnico del Comité de Árbitros, de salvar a su ‘amigo’ Muñiz Fernández.

Yo no sé si Muñiz Fernández y Díaz Vega son muy amigos o no, tampoco si el responsable de los árbitros salvó la cabeza de su paisano y cortó la de Paradas, pero lo que sí tengo claro es que Paradas erró el tiro.  Criticar el sistema de ascensos y descensos (arcaico y nada trasparente por otra parte) cuando te descienden, además de ventajista, es torpe, sobre todo porque estás poniendo en duda que tu ascenso a Primera se haya producido por méritos propios y no por cuestiones ‘políticas’.

Estas declaraciones de Paradas situaron en el centro de la diana a un Muñiz Fernández indefenso por la política del Comité de no dejar hacer declaraciones a los suyos (y es que solo los primeros espadas se la saltan sabiendo que tienen las espaldas cubiertas). Para colmo de males, a Muñiz le designaron (mal hecho por la comisión de designación) partidos de Barça y Madrid seguidos, frente al Sevilla y el Elche, respectivamente, donde cualquier decisión errónea es elevada a la categoría de cuestión de estado.

Muñiz no estuvo fino, sobre todo en el partido del Martínez Valero, y a partir de ahí empezaron a cobrarse todas la ‘deudas’ que algunos tenían guardadas contra él y también contra Díaz Vega. Para rematar la faena salió a la palestra Sánchez Arminio, que lleva veinte años en el cargo de presidente de los árbitros, diciendo que quizás Muñiz tenía un problema familiar y de ahí su actuación en Elche.

Tras estas dos actuaciones, Muñiz pasó por la famosa nevera y su vuelta no fue mucho mejor: pitó un penalti fuera del área en el campo del Levante y permitió un gol con la mano de Rodri del Almería frente al Valladolid (muy difícil de ver por otra parte).

Como decía antes, Muñiz no está en el mejor momento de su carrera (es mucho mejor árbitro de lo que la gente ahora piensa) pero a él no se le pasa ninguna. Campo al que acude, campo al que se le está esperando con la ‘escopeta’ cargada para cuando falle y esto tampoco ayuda.

Así que dejemos tranquilo a Muñiz, que aunque no lo crean, él es el mayor interesado en hacer su trabajo bien y en no cometer errores. Hablemos de los que de verdad importa, los futbolistas, entrenadores, aficiones… A los árbitros dejémosles hacer su trabajo, aunque como esto es ‘pan y circo’ interesa que estén ahí por su el interés decae en algún momento.