Fernando Alcalá-Zamora / Pedro Carmona. Sevilla. El Sevilla FC ha goleado al Real Betis Balompié (4-0) en la decimocuarta jornada de Liga con goles de Bacca, Vitolo, M’Bia e Iborra. El derbi de la capital andaluza volvió a discurrir por los mismos derroteros que el año pasado y los locales dominaron de comienzo a fin sin dejar opción alguna a los verdiblancos.
Dos minutos de juego bastaron para que el Betis volviera a repetir el fallo capital que les condenó hace un año en su visita a Nervión. Si el recuerdo de aquella goleada aún retumba en los graderíos del feudo sevillista, más aún lo hace en la memoria de los aficionados verdiblancos. Cuando Carlos Bacca lanzó el primer sprint del partido para horadar la zaga visitante, a la mitad de la ciudad los malos augurios no tardaron en presentársele. A los jugadores, a pesar de la cantidad de caras nuevas, también les debieron temblar las piernas. El delantero, en un estado de gracia excepcional, no desaprovechó el momento y fulminó por raso a Sara para tumbar moralmente al equipo de Pepe Mel.
En ese inicio nefasto volvió a capitular el Betis, que en adelante arrastró una losa psicológica que cortocircuitó las ideas del XI de Heliópolis. Para agudizar la debacle moral, Paulao completó tres minutos dantescos al filo del descanso que dieron la puntilla a los suyos. En dos acciones consecutivas y no forzadas, el central portugués fue amonestado y su expulsión sirvió en bandeja al Sevilla una segunda mitad plácida.
Con tal sucesión de desdichas para los verdiblancos la distancia en el luminoso no tardó en ampliarse y, tras el bote de la falta, M’Bia cabeceó a la red dentro del área chica. Tampoco acompañaron los reflejos del guardameta Sara, que vio cómo el esférico entraba llorando cerca de sus guantes.
En la segunda mitad, el conjunto de Emery tan sólo tuvo que dejarse guiar por la afición, entregada a la causa, que permitió a los locales jugar siempre cuesta abajo. El Betis continuó mostrando nula resistencia y la distancia se vio duplicada para delirio de la parroquia que abarrotaba las gradas. M’Bia e Iborra materializaron la goleada, aunque la ovación de la noche fue para Reyes, acertado en todos los desbordes que probó.
A la plantilla del Betis la derrota, por la forma en la que ha vuelto a ocurrir, no puede sino obligar a replantear el rumbo con el que la temporada ha comenzado. La repetición exacta del grotesco guión ofrecido en el Sánchez Pizjuán el año pasado no deja otra opción. Para el Sevilla, por el contrario, los tres puntos permiten seguir avanzando posiciones con pie firme, a pesar de que Unay Emery continúa buscando el camino idóneo para su equipo.
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