Ajax 2-1 Barcelona
La primera derrota del Tata Martino al frente del Barcelona llegó en el Amsterdam Arena. La noche en que los azulgrana debutaron en partido oficial en el mítico estadio del Ajax, cuna del fútbol moderno, reflejó las carencias de un equipo huérfano que acusó la falta de su mejor futbolista y evidenció una preocupante falta de repertorio en su fondo de armario. Y es que, resultado a parte, los hombres del Tata fueron incapaces de amenazar la portería de Cillessen, ni siquiera durante la segunda parte, cuando el Ajax nadó a contracorriente con un hombre menos desde el 47′. El gol de Xavi, de penalti y por cortesía de la zaga holandesa, no sirvió para maquillar una derrota merecida que obligará a ganar al Celtic en la última jornada para certificar la primera plaza del grupo.
Defraudó el Barça pero no el partido. Sobre el césped, ocho copas de Europa, dos históricos y una única forma de entender este deporte. Lástima que el Ajax acumule más de diez años sin asomar por la élite, de lo contrario, probablemente estaríamos hablando del clásico europeo más atractivo del continente.
Intuyo que los chavales que ahora conforman la joven plantilla del Ajax saltaron al terreno de juego con el orgullo de aquel viejo maestro holandés, sólo así podríamos explicar la lección de fútbol que esta noche impartieron sobre su alumno más aventajado. El Barça se vio desbordado desde el primer minuto por un Ajax que le superó en todas las facetas del fútbol. Trianguló desde atrás, no rifó un balón y ganó todos los duelos en la parcela física. Incapaces de controlar la situación, los hombres del Tata asistían perplejos a la exposición de su rival, persiguiendo sombras, resignados ante la evidente superioridad del adversario. Lo que esta noche hizo el Ajax recordó a lo que hacía el Barça un par de años atrás. Intensidad, presión, precisión, alegría, movilidad. Ambos jugaron el mismo fútbol, sin embargo, los chavales del Ajax lo hicieron a otra velocidad, con un ritmo a años luz de este Barça complacido y saciado. Y al final, en este fútbol de hoy día, suele ganar el que más corre. Serero en el 18′ y Hoesen en el 41′ encarrilaron el partido antes del descanso.
La segunda parte no hizo sino agravar la situación. Neymar se aprovechó de un error en la salida de balón para provocar un penalti que costó la roja directa a Veltman. Corría el minuto 48 y Xavi transformó la pena máxima para arrojar algo de luz y esperanza al desastre del primer tiempo. Sin embargo, el Barça fue incapaz de generar peligro suficiente como para levantar el partido. Tan sólo se recuerda una ocasión de Neymar, que detuvo Cillessen ante la atónita mirada de Pedro, que aguardaba a un lado para empujar a placer. Triste bagaje ante un Ajax en inferioridad.
La derrota del líder de la Liga española llenará los debates de aquí hasta el fin de semana. La propuesta del Tata -con laterales inoperantes y extremos abiertos-, el fondo de armario (los canteranos Patric, Adama y Sergi Roberto no ofrecieron soluciones) y las dudas en Europa del campeón de España no harán saltar las alarmas, pero este Barça ya no da miedo.
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