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La defensa condena al Betis

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EFE BetisSevilla. El Real Betis empató (2-2) frente al Rayo Vallecano en la decimoquinta jornada de Liga. Los goles de Amaya y Verdú no fueron suficiente renta para un equipo que comete demasiados errores, y en esta ocasión Alberto Bueno supo aprovechar las facilidades para encadenar un doblete que deja tocado al equipo verdiblanco.

 Tras quince jornadas de competición liguera el Betis sigue hundido entre errores, indecisiones y desconcierto general. En los noventa minutos de juego ante el Rayo el equipo ha dado síntomas de lo que puede ser y también de lo que en estos momentos es.

 Hasta el comienzo de la segunda parte el equipo de Pepe Mel pareció recuperar el alma del año pasado. Juego asociativo con velocidad, intensidad y gol, de Amaya en este caso. El choque contaba, además, con el aliciente de poder dejar tocado a un rival directo en la lucha por salir del descenso. Y por momentos pareció que así sería, pues los de Heliópolis contaron con suficientes ocasiones para ampliar la ventaja. La dupla Rubén Castro – Jorge Molina volvió a aparecer y por detrás el equipo contó con la experiencia de Salva Sevilla y Nacho en las dos líneas restantes.

 Al descanso el Betis llegó apuntando lo que puede llegar a ser. Pero, tras la reanudación, la segunda parte restante evidenció lo que, inevitablemente, los verdiblancos son en estos momentos. Lo que antes fue manejo del balón y búsqueda ordenada de la meta de Cobeño –quién realizó paradas de mérito durante los noventa minutos- luego se convirtió en constantes imprecisiones y ataques pasados de revoluciones. Por momentos pareció que el electrónico del Benito Villamarín había adelantado el reloj y tan sólo quedaban cinco minutos de juego.

 En esas se rompió el Betis y comenzó a aparecer el Rayo. En hasta dos ocasiones el equipo de Pepe Mel desaprovechó su ventaja en el marcador para, al final, acabar naufragando al borde de la conclusión del encuentro. En ambos goles del conjunto visitante la defensa bética tuvo un papel determinante, mostrándose nerviosa y errática para servir en bandeja el doblete a Alberto Bueno.

 Antes de la segunda igualada del Rayo el Betis pudo resolver el partido con varias ocasiones claras de Rubén Castro, pero el meta Cobeño  y el larguero negaron al equipo la posibilidad de ampliar la distancia. Los de Heliópolis, que a duras penas mantienen el tipo en el plano psicológico y moral, acabaron pagando la diferencia mínima con la que lidiaron durante todo el encuentro.

 El golpe moral que supuso el segundo gol de Bueno, ya en el tiempo de prolongación, dejó a los once jugadores verdiblancos hundidos sobre el césped del Villamarín. Para el Betis los dos puntos dejados atrás eran de los calificados como fundamentales, por lo que el drama es aún mayor. El tiempo apremia ya a un equipo obligado a sumar de tres en tres y a sobreponerse a los continuos errores que hasta el momento los han condenado en una y otra área.