En esto del fútbol moderno, plagado de quinielas, apuestas y demás intentos de prospectiva; parece que los partidos se comienzan a decidir a principio de semana: estos equipos vienen en tal o cual estado anímico o futbolístico, el visitante tiene muchas bajas, la posición en la tabla habla por sí sola,… El encuentro entre Espanyol y Real Sociedad se decidió mucho más adelante. En los minutos tres y 20 de la segunda parte cuando Jhon Córdoba era sustituido por lesión y Rubén Pardo saltaba al campo en lugar de Ros.
El primero había otorgado vigor y músculo a la presión perica. Es el acompañante perfecto de Sergio García, todo inteligencia e imaginación. La Real comenzó a sentirse cómoda cuando el púgil colombiano abandonó cojeando el césped. Antes de ese momento, los vascos se vieron asfixiados. Markel Bergara y Ros no eran capaces de superar el empuje de los de Aguirre, así que era habitual ver a Xabi Prieto y a Griezmann bajar a recibir. Sin Córdoba, el Espanyol era una lanza sin punta: ni en la presión ni en la contra.
El segundo salió a recuperar el sitio que se merece. A los tres minutos de saltar al campo su equipo empataba el marcador. Vela y Griezmann conectaban por primera vez en el encuentro: el mexicano centró con la izquierda y el francés le ganó la espalda al defensa para cabecear ante la salida de Casilla. 
El partido había cambiado completamente por dos chicos de 20 y 21 años. Una primera parte en la que los pericos disfrutaron de casi el monopolio de ocasiones –a excepción de dos grandes oportunidades de Agirretxe– y en la que se adelantaron finalmente en una jugada de dos toques: Héctor Moreno despeja una pelota que vuela alta para Sergio García, sin embargo, el campeón de Europa deja pasar el balón y por ahí aparece como una moto Jhon Córdoba. El colombiano se planta ante Bravo y define con la puntera haciendo justicia en el marcador. De ahí se pasó a un segundo acto en el que la Real Sociedad volvió a ser la rosa con espinas que suele ser: bella en su juego y peligrosa en la portería.
Con y sin Rubén Pardo, la cara y la cruz de la Real
Con él en el campo, los Vela, Agirretxe, Griezmann y compañía mejoraron. Se produjeron los minutos más brillantes de la Real, que controló el encuentro y se volcó en búsqueda del gol. En el minuto 88, la suerte sonrío a los valientes. Un centro de Rubén Pardo era golpeado por Stuani quien introducía el esférico en su propia portería. La Real Sociedad había vuelto a remontar e ironías del destino, dormirá en territorio de competiciones europeas la semana que fue eliminada de la Champions League.
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