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El Madrid se pierde en ‘El Sadar’

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Osasuna y Real Madrid se repartieron los puntos tras empatar por 2-2. El fútbol es imprevisible, eso ya lo sabíamos pero a veces llega hasta límites que asusta. Un partido de esos difícil de explicar y complicado de valorar. Cuando mejor estaba jugando el Madrid el Osasuna marcó por partida doble, y cuando los locales lo tenían encarrilado era el Madrid el que asomaba la cabeza. El mal partido del Madrid se puede explicar haciendo alusión a varios factores, como por ejemplo la tajada que tenía la defensa del Madrid, o la demostración de que Cristiano es humano… Busquen ustedes mismos la razón.

Lo que sí es cierto y pudo observarse en el terreno de juego es que cada vez que el Real Madrid visita ‘El Sadar’ lo pasa realmente mal. Osasuna tuvo el partido de cara con ese 2-0 o con la superioridad numérica tras la expulsión de Ramos, pero el gol de Isco antes de terminar la primera parte fue como un vaso de agua fría para los locales y esperanza para los visitantes.

Primera parte de infarto en ‘El Sadar’.

Orio RieraEl partido empezó como quería el Real Madrid, con dominio del balón y una intensidad asombrosa en los hombres de Ancelotti. El gol estuvo a punto de llegar en varias ocasiones mediante Cristiano que incluso disfrutó de un mano a mano frente a Andrés Fernández, el luso falló y dejó claro que no era su día. Todo estaba controlado y parecía cuestión de tiempo que llegara el primer gol para los blancos.  Lejos de ser así el fútbol volvió a enseñar otra lección; todo puede cambiar en milésimas de segundo. Osasuna agradeció salir vivo de esos primeros minutos y consiguió conectar un gancho a la barbilla del Real Madrid con la potencia y la velocidad del mejor Mike Tyson.  Cumplido el primer cuarto de hora Oriol Riera marcaba el 1-0 con un gran cabezazo.

Poco después de ese gol el Madrid reclamaba un penalti sobre Modric que hubiese supuesto la segunda amarilla de Arribas. Ni una cosa ni la otra, el árbitro no consideró oportuno sancionar aquella acción y dejó continuar el juego.  Con el ambiente de incredulidad aún flotando en el ambiente llegó el segundo gol de Osasuna, de nuevo de Oriol Riera al recoger un rechace de Diego López. Por si fuera poco y para más desastre el árbitro expulsaba a Ramos por doble amarilla tras soltar el brazo sobre Roberto Torres. El Madrid se quedaba con 10 perdiendo 2-0 y con 45 minutos por delante. Pero no todo serían malas noticias para los blancos, antes de cumplir el tiempo de la primera mitad Isco conseguía batir a Andrés Fernández y dar un halo de ilusión a los madridistas.

Inesperada segunda parte.

PepeCon la locura vivida en la primera parte la segunda no se quedó atrás. Osasuna fue a peor a pesar de la superioridad numérica. Ancelotti daba entrada a Di María por un desaparecido Bale. El cambio no mejoró en nada al Madrid y se vio la versión más apática de Di María sin apenas entrar en el juego y muy falto de intensidad. Xabi Alonso tiró del carro y se propuso hacer todo.  La intensidad y el ritmo fue más bajo, pero era una calma propia del ojo del huracán. Gato Silva vio dos amarillas en menos de cinco minutos e igualó las fuerzas entre ambos equipos. Gracias a ello el Madrid consiguió empatar mediante un gol de cabeza de Pepe. El empate estaba servido y los diez minutos que aún quedaban por delante dejaban una pequeña esperanza. Los blancos no fueron capaces de romper la defensa de Osasuna y dejaron el partido en tablas.

Dos puntos de oro que se deja el Madrid en el camino y otra oportunidad desaprovechada para acercarse a Barça y Atlético de Madrid.