Inicio 1ª División ¡ADEUS MESTRE!

¡ADEUS MESTRE!

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eusebio-portugal-3Cuando se está cercano a ciertas edades no se le puede exigir a la memoria demasiados esfuerzos, por lo cual he debido echar mano de los papeles a los que soy tan aficionado.

 No puedo precisar con exactitud el día, pero fue entre el 10 de enero y el 25 de abril de 1966; varios amigos no encontrábamos en Setúbal por motivos profesionales. Un sábado por la mañana Juan, un malagueño apasionado del fútbol, nos trae la noticia de que el domingo jugaba el Benfica de los Eusebio, Aguas Coluna, Torres, Simoes etc. en la pequeña localidad de Barreiros, al sur del Lisboa.

 Durante la comida los cuatro, que éramos muy futboleros, nos enfrascamos en una conversación sobre la calidad del Benfica y las demostraciones de gran equipo que había realizado durante las finales de las Copas de Europa ganadas en los años 61 y 62 a los clubes españoles Barcelona y Madrid, pero Bernabé, catalán y algo mayor que nosotros tres, apostaba porque el equipo portugués funcionaba gracias a lo buen entrenador que era el húngaro Belá Guttman.

 Por el contrario Pepe, el gaditano, y yo éramos partidarios de Eusebio y Juan, del Benfica en su conjunto, hasta que durante la comida decidimos que la mejor forma de comprobarlo era  asistiendo al partido.

 Dicho y hecho, el domingo, que amaneció gris lluvioso, contratamos un taxi y a Barreiros a despejar nuestras dudas respecto a lo que se debía que el Benfica dominase el fútbol europeo desde hacía algunos años.

 La primera sorpresa saltó nada más llegar al campo, la capacidad del mismo no llegaba a los dos mil espectadores y contaba tan solo con tres gradas, pues la de gol sur no existía y para que  el público no pasase ponían una gruesa soga desde un extremo a otro de las gradas laterales vigilada por un par de “guardiñas”

 Dentro del campo observamos que el mismo era de albero compactado, iniciándose una tenue lluvia que fue aumentando en el transcurso del partido hasta poner el terreno de juego en condiciones lamentables para la práctica del fútbol; por nuestra parte no habíamos tenido la precaución de coger los paraguas lo que supuso que aguantamos el chaparrón, nunca mejor dicho, estoicamente.

 

El Benfica iba consiguiendo goles y en cada uno de ellos un espectador portugués y seguidor del equipo de Eusebio, cada vez que conseguían un gol agitaba el paraguas dándole con las varillas del mismo a Pepe el gaditano en las cejas y en la frente, y en una de las acciones del hincha portugués, el Benfica ganó 0-8, cogió el paraguas lo tiró al campo con tan mala fortuna que le dio a un “guardiña” lleno de galones.

 

El altercado fue monumental, los “guardiñas” vinieron a por nosotros, que dicho sea de paso estábamos empapados, y de allí a comisaría a declarar; afortunadamente no ocurrió nada grave y nos soltaron pronto.

 

El taxista que nos esperaba, al vernos mojados, no quería que entrásemos  en el taxis porque se lo íbamos a mojar, lo convencimos dándole más dinero por el viaje.

 

Tras la experiencia, y como suele ocurrir en estos casos, Bernabé continuó pensando que era Belá Guttman el artífice del Benfica, Pepe y yo seguimos pensando que era Eusebio un jugador genial, consiguió cuatro goles, y Juan se pasó el viaje de vuelta tosiendo.

 

Afortunadamente la exhibición de buen fútbol mostrado por el Benfica compensó lo calamitoso del viaje.

 

Hoy nos hemos enterado del fallecimiento del genial Eusebio. Descanse en Paz