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Osasuna tumba al Betis

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EFE Baptistao BetisSevilla. El Real Betis ha caído derrotado (1-2) en el Benito Villamarín ante el CA Osasuna en lo que era un duelo vital para el equipo de Juan Carlos Garrido. Los goles de Roberto Torres a los 60 segundos de juego y de Jordi Figueras en propia puerta fueron suficientes para los navarros. Sólo Jorge Molina recortó distancias a diez minutos del final, pero los verdiblancos ya no pudieron levantarse.

 Siete puntos y un abismo mental casi insalvable. Eso es lo que separa al Betis de su único objetivo: la salvación. Y con el paso de los partidos la meta no hace sino alejarse. Sobre todo tras actuaciones como la desplegada ante los rojillos, pues desde el inicio el equipo ondeó la bandera blanca de rendición.

 Al minuto de juego los visitantes se adelantaron en el luminoso, como informaba el nuevo y muy moderno marcador izado sobre el graderío de Gol Sur. A los veinte de juego, las líneas defensivas locales se replegaban y caían como un castillo de naipes hasta el área de Andersen. Y llegado el descanso los hombres de Garrido se marcharon al vestuario rotos mentalmente y con uno menos tras la expulsión por doble amarilla de Nono. Tocados y hundidos.

Quizás el equipo no volvió a recuperar la cara al partido por impotencia o quizás simplemente por saber que todo lo que marcha mal puede ir aún peor. La evidencia de lo segundo llegó al cuarto de hora de la reanudación cuando Jordi Figueras, que había entrado en el intermedio, despejó un centro lateral a la red. 0-2.

 Tan sólo tres minutos después al Betis se le presentó un oasis en medio del desierto. Penalti leve sobre Rubén Castro y expulsión del guardameta visitante Andrés Fernández que igualaba las fuerzas de ambos equipos. Cuando el lanzamiento del delantero canario hizo temblar el travesaño y salió despedido lejos de la portería la oportunidad de oro se esfumó dejando a los béticos en mitad de la nada.

 A Osasuna el cúmulo de desdichas de su oponente le pilló desprevenido, casi perplejo. Sólo así se explica la incapacidad que mostraron para sentenciar el partido con un Betis abierto en canal y echo trizas. Ni el gol de Jorge Molina a diez minutos del final les hizo despertar, pues aún tuvieron ocasiones más claras de gol y una tras otra erraron en la resolución.

 La única tabla de salvación para los verdiblancos fue y parece que será Leo Baptistao, motivado y activo en su debut hasta que sus reservas de gasolina dijeron basta. Por lo demás, la tarea para Juan Carlos Garrido parece inabarcable. Si su contratación tenía por finalidad cambiar la dinámica del equipo –como se intentó justificar desde la órbita del club- lo cierto es que la situación no ha hecho sino agravarse de forma evidente.

 Concluida la primera vuelta el Betis suma once raquíticos puntos y en la próxima jornada recibirá al Real Madrid. Hasta los teóricos 42 que marcan la salvación dista un océano de aguas revueltas, por lo que al equipo le queda mucho por nadar. Quizás demasiado.