Sevilla. El Real Betis ha caído derrotado (0-2) en la vuelta de los octavos de final de la Copa del Rey frente al Athletic Club de Bilbao. Dos goles de Mikel Rico permitieron al equipo de Ernesto Valverde dar la vuelta a la eliminatoria tras el 1-0 certificado en el Benito Villamarín.
Apostar a la remontada del Athletic en su eliminatoria de Copa ante el Betis posiblemente haya sido durante esta semana una de las inversiones con menor cuota de riesgo. Si de por sí la desigualdad sobre el campo era evidente, a ello se le sumó la tormenta en los despachos del equipo sevillano que terminó de dibujar un cuadro nefasto para las aspiraciones béticas.
El recién llegado Leo Baptistao volvió a ser titular y referencia del lado visitante con Jorge Molina como acompañante en el frente ofensivo. Del otro lado, los focos iluminaron la zona ancha del campo, donde Mikel Rico no hizo sino confirmar el extraordinario estado de forma que atraviesa.
A su despliegue infatigable en el desempeño de mediocentro y como punto de equilibrio del cuadro bilbaíno sumó acierto de cara a portería. En dos ocasiones, una en cada mitad, se filtró hasta llegar a posición de peligro y chutó con plena confianza para ganar el partido.
Junto a él destacó la defensa verdiblanca, aunque precisamente por motivos opuestos. En el primer gol los zagueros dejaron abierto el carril central, convertido en autopista, para la carrera libre de obstáculos de Rico, que perseguía un balón al hueco colgado por Andoni Iraola. Para cuando el centrocampista bajó el esférico al césped con una caricia magistral y disparó con colocación, a la escena tan sólo le faltaba ya la alfombra roja de los Globos de Oro.
En el segundo tanto, que a la postre valdría para la clasificación de los rojiblancos, de nuevo una acción desafortunada en un despeje permitió a Mikel Rico confirmarse como protagonista indiscutible del encuentro. El balón esta vez le llegó cuando correteaba por la frontal del área, y no le quedó más remedio que probar fortuna disparando a portería. 2-0.
Tras confirmarse lo cantado y contar ya el Athletic con la clasificación en el bolsillo, Garrido dio entrada a Perquis para recuperar el ritmo de la competición tras su lesión. Nada más ocurrió. Una distracción menos de cara a la Liga, pensaría el entrenador valenciano, aunque nadie sabe ya hasta cuándo mantendrá entre sus manos el timón del equipo. El Betis, en estos momentos, no es sino una gran incógnita esperando a alguien que sepa resolver el entuerto.
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