El Real Madrid venció 0-1 al Espanyol en Cornellá el Prat gracias a una grandísima primera parte de los blancos, en la segunda todo cambió y Casillas salvó el empate de los periquitos. El 2014 está siendo un año de buenas noticias para el Madrid donde todavía no conoce la derrota.
La primera parte se atisbaba un baño del Madrid, aunque los primeros minutos fueron del Espanyol. Pizzi tuvo todo a favor para inaugurar el marcador pero se llenó de balón y la envió alta. Los de Ancelotti ofrecieron contundencia atrás y estaba todo servido para que cualquiera de los de arriba hiciese su trabajo. En primer lugar Cristiano avisó estrellando un balón en el palo, pero muy poco después Benzema materializó. En un arranque de Arbeloa por la banda derecha puso un centro que primero peinó Bale e inmediatamente después Karim empujó al fondo de las redes de Casilla.
Lo más difícil estaba hecho que era abrir el marcador, pero a veces la mala puntería o simplemente que te pilla uno de esos días donde el balón no quiere entrar enviaron al Madrid a la frontera de la desesperación. La gran sensación de este 2014, el gran Luka Modric guió al Madrid e incluso señaló con sus botas la línea que tenían que seguir para llevarse el partido. Di María se alejó de todas sus polémicas ayudando y generando peligro en la meta rival. Un Cristiano ansioso por el gol y un Bale apartado en su burbuja fueron incapaces de aumentar la diferencia en el marcador.
La segunda parte fue otro cantar, las fuerzas se igualaron y las llegadas al área se repartían entre ambos equipos. El gol rondó próximo a las botas Sergio García que se acercaba con gran peligro a la meta madridista. Hizo varios disparos que salieron rozando los palos de la portería. Hasta que llegó el momento, ese momento donde todo el estadio contiene la respiración y luchan por no parpadear, Jhon Córdoba e Iker Casillas enfrentados en un mano a mano donde el meta madridista salió ganador y aplaudido. El de Móstoles sacó el balón con la unión de su mano y su rodilla, algo que solo un elegido de la fe puede llegar a sacar.
Las ocasiones madridistas aparte de escasas eran insuficientes para incomodar al Espanyol que con el paso de los minutos fue encerrando al Madrid en busca del gol que igualara más las cosas para el partido de vuelta, pero eso no sucedió.
Con ese gol de Karim Benzema los blancos dejan encaminada la eliminatoria y las cosas muy difíciles para el Espanyol que viajará a Madrid en busca del milagro.
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