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Ser conscientes de la excepción

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TelloA escasos días de poner los pies en febrero, el tramo verdaderamente transcendente de la temporada asoma en el horizonte. Optar a alzarse con todos los títulos exigirá brillantez y solvencia a la plantilla azulgrana, a la vez que tino y determinación a su entrenador. El futuro de este año singular se escribe en las actuaciones presentes. De estas últimas sobresale una duda inquietante que perdura desde agosto: la idoneidad del plantel. Examinados futbolísticamente hasta la fecha otros aspirantes a la gloria europea como Bayern, R. Madrid, Chelsea o City (no son los únicos: PSG, Atlético, Arsenal…), a ojos de un servidor, los recursos técnicos y tácticos del actual campeón de Liga son ligeramente inferiores en la pugna por la supremacía nacional y continental.

Cualquiera de los grandes clubes nombrados anteriormente tiene plantillas conformadas por jugadores nacionales obviamente, pero en su mayoría por contrastados futbolistas internacionales que les otorgan enorme versatilidad. El único que se asemeja al modelo Barça es el Bayern, quien nutre a la selección alemana de gran parte de sus baluartes. Por supuesto que el Tata Martino tiene a su disposición brillantes extranjeros que fortalecen el conjunto, pero es La Masía quien prevalece. El once tipo del actual Barça no deja lugar a la duda, puede doblegar a cualquiera. Ahora bien, los Tello, Sergi Roberto, Montoya, Bartra o Song no ofrecen las mismas garantías ni mucho menos.

Y ojo, lanzo el comentario después de presenciar el hattrick de Cristián Tello ante el Levante. Tres goles fabricados por Messi ante los incisivos desmarques del de Sabadell, letal al espacio y en el uno contra uno. Esos son sus puntos fuertes, pocos más. Tello no deja de ser un buen jugador, no un gran futbolista. Yerra en exceso tanto en los controles, primeros toques, como en la propia definición, amén de no dominar ambos perfiles (como sí hacen Pedro, Neymar y Alexis). No estará en ningún gran partido de esta temporada.

Tampoco lo estará Sergi Roberto. La perla y promesa en la que recae la esperanza del club de perpetuar la estirpe de legendarios centrocampistas. Después de 14 partidos consecutivos (varios de titular) contando con minutos, aún no le he visto ser relevante en ningún de ellos. Excelente en lo táctico, recuperando balones y siendo generoso en el esfuerzo, pero con una actitud preocupante, blanda, cohibida y amedrentada. No es que no asista ni marque, es que ni se atreve a ello. Y así no se puede ser jugador de la primera plantilla del Barcelona. Sólo Bartra y Montoya se les ve crecer día tras día, con sus virtudes y sus defectos, pero con determinación y gallardía, sin importar los años que marque el DNI.

Estos son los jugadores que deberán dilucidar el éxito o el fracaso del club si los teóricos titulares no están por lesión o sanción. Una plantilla basada en la prolífica cantera culé. El problema es que milagros como Pedro o Busquets no se dan en todas las generaciones. Son excepciones. El club ha de seguir apostando por los jóvenes pero sin obviar la evidencia. En una temporada tan larga, se echan en falta jugadores contrastados y con experiencia que le den empaque al equipo. Cualidad, por otra parte, que le sobra a todos los grandes rivales que los blaugranas se van a topar de ahora en adelante.