Inicio 1ª División Luis Aragonés: el líder que nos hizo grandes

Luis Aragonés: el líder que nos hizo grandes

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Manuel Luis Ruiz Morales.
Ldo. en Derecho, Ddo. en Ciencias Empresariales, Gdo. en Administración y Dirección de Empresas y Máster en Sistema Penal.
Luis-Aragones

Hoy nos hemos levantado con una triste noticia. Ha fallecido Luis Aragonés, el entrenador que nos hizo grandes en nuestro mundo, el del fútbol.

Y es que él cambió la tendencia futbolística de la selección española, que con anterioridad iba cosechando fracasos y decepciones en cada competición en la que participaba.

Pero Zapatones era un líder de los que nacen, y además posteriormente, con su sabiduría y experiencia, se fue haciendo mucho más letrado. Por eso, acogió las dos fases de un verdadero líder. Nació como tal, como lo demostraba en su etapa de jugador, y se doctoró como entrenador.

Mas algunos considerarán que no era una persona entrañable, fácil en el trato, humana, y que así enrevesadamente podría cumplir con su misión de dirección de clubes y combinados nacionales. No obstante, esto es lo que hace aún más monumental su figura, tuvo que luchar contra infinidad de detractores, que al final no pudieron sino aplaudir las labores del Abuelo.

Es cierto, Aragonés era un líder, pero un líder de los de antes. Era arisco, áspero, huraño (y tal y tal como diría el propio Luis). Pero simultáneamente dominaba cada una de las situaciones, advertía de los peligros del rival y con su sapiencia y erudición motivaba como el que más (aunque fuera a su manera).

Siguiendo a Max Weber y el tipo de poder en función de su legitimación, se puede decir que el madrileño era un personaje carismático, mas no sobre la colectividad general, sino que se ganaba al conjunto que tenía que dirigir, con sus dotes excepcionales como persona, que conseguía una fuerte aceptación, incluso a veces de una manera autocrítica y despótica. De este modo, lograba una fuerte conexión emocional con sus subordinados, asociado en la admiración, la confianza y la predisposición de lo que el ex-entrenador de Atlético de Madrid o Sevilla (entre otros muchos clubes) decía.

De este modo, nadie podía discutirle su poderío en el vestuario, descartando a aquellos que le disputaban ese dominio (recuérdese el debate nacional que supuso el prescindir de Raúl como delantero de la selección), y uniendo al grupo en torno a sí y a su idea de juego, consistente en defender con la pelota en los pies, ya que poseía a jugadores que posibilitaban ese maravilloso estilo futbolístico.

Sin embargo, aunque parecía un individuo rudimentario, usaba alguno de los enfoques actuales del liderazgo, ya que lo podemos definir como un líder transformador (a partir del duro revés sufrido en el Mundial del 2006), ya que inculcó y desarrolló en los jugadores la habilidad para cuestionar el estándar de fútbol que proponía la escuadra nacional, revitalizando al conjunto y proporcionando a su vez, una consideración individualizada.

Por ello, hoy es un día aciago para España y para el fútbol. Esta mañana se fue aquel que nos hizo grandes.