Sevilla. El Real Betis ha ganado (2-0) al RCD Espanyol en la vigésimo segunda jornada liguera. Dos goles del delantero Rubén Castro frenan en seco la racha de catorce partidos sin cosechar una victoria y mantienen vivas las esperanzas verdiblancas de salvación.
Al Betis de la temporada 13/14 no le salió nada en la primera vuelta. Y, cuando dio síntomas de recuperación, el equipo tropezó una y otra vez en la resolución de jugadas decisivas. Ni cuerpo ni alma tenían los jugadores que cada domingo se ponían la camiseta verdiblanca.
Los cambios de entrenador, los redobles de motivación y la ilusión en prometedores fichajes buscan reconstruir en la medida de lo posible los cimientos de un edificio que se cae. Pero aún tras conseguirlo sigue faltando algo, la pieza que vuelve a poner en marcha el engranaje.
En Balaídos, la primera hora de juego hizo recuperar al Betis una extraña sensación de confianza que parecía ya perdida para siempre. Fue sólo un paréntesis, aunque suficiente para atisbar un cambio.
Una semana después esa chispa se expandió y los de Gabi Calderón volvieron a ganar. Partió el Betis con tres centrales de inicio y laterales largos, buscando avanzar sobre seguro para evitar un desmoronamiento tempranero. En ello tuvo bastante que ver N’Diayé, que debutó en el centro de la zaga y aportó solidez extra.
Por delante, y a pesar de las dudas en la salida del balón, los movimientos en ¾ de campo fueron buenos. Rubén Castro, Salva Sevilla y Chuli se apoyaron mutuamente con rapidez, ayudados por las internadas de los laterales que una y otra vez habrían el campo entre las líneas de cal laterales.
Con el juego discurriendo tranquilo por su cauce natural tan sólo quedó esperar a la inspiración de los jugadores especiales, esos que marcan y definen el signo de los partidos. En el ’71 apareció Rubén Castro, que había entrado de forma furtiva en el área y supo aprovechar un rechace.
Fue su tercer gol en dos partidos, lo que hizo al Betis reencontrarse con su abanderado. En adelante los verdiblancos ya no soltaron su botín, valiosísimo tras el viacrucis que hasta el momento ha sido su temporada. Antes del final, además, hubo tiempo para una intervención crucial del también debutante Antonio Adán en la portería.
Segundos antes del descuento, Castro dio por terminado el partido tras culminar un fulgurante contraataque. Esta vez los dos goles valieron para sumar la tercera victoria de la temporada. Rubén Castro ha vuelto y el Betis puede empezar a agradecerlo.
Follow
