Era la ocasión perfecta, el momento oportuno para unirse definitivamente a la cabeza de la Liga. El fútbol es esto, a veces te da y a veces te quita. En este caso quitó la ilusión de los madridistas que veían y tenían la ocasión perfecta para superar al FC.Barcelona y unirse a los vecinos en la lucha por la Liga. El Athletic continuó alimentando la leyenda del nuevo San Mamés y haciendo, salvo un pequeño tropezón, un fortín del nuevo estadio.
El árbitro una vez más fue el gran protagonista al expulsar a Cristiano, la acción no lo merecía pero el ambiente incitó al colegiado a enseñar la cartulina roja al portugués, algo que dejó incrédulos a todos los madridistas. Sin embargo la expulsión sirvió para afear aún más el partido del Madrid, bastante flojo que consiguió maquillar con el gol de Jesé pero volvió a ensuciar con el paso de los minutos.
El Madrid salió enchufado al partido, con ganas de comerse el mundo. Cristiano metió el miedo en el cuerpo en el primer minuto al armar su pierna y cargar contra la portería de Iraizoz aunque se le marchó desviado por muy poco. Los blancos acosaban la portería local con una facilidad fuera de lo común, el Athletic desconcertado aguantaba como podía. A medida que el reloj corría el Madrid se iba diluyendo y el Athletic agrandando y ganando terreno hasta que convirtieron la presión en asfixiante. Ander Herrera acosó a Diego López cuando este cogía el balón con los pies, sin dejarle comodidad y metiendo la presión en el cuerpo del meta madridista. La primera gran ocasión estuvo en las botas de Aduriz que solo delante la portería mandó el balón fuera inexplicablemente.
La segunda parte volvió a dar aliento al Madrid y a dejar apagado a los locales, en una de las muchas comitivas blancas que viajaban a la portería de Iraizoz Jesé volvió a ponerse la condecoración y abrió el marcador. Iturraspe perdió la pelota y Benzema con visión de águila vio el hueco por el que se iba Cristiano y el portugués dio medio gol al canario dejando el balón solo para empujarlo a las redes. Lo más difícil estaba hecho, solo quedaba aguantar y sentenciar. No sucedió así y el partido se convirtió en uno de esos que denominan de ‘locos’.
El gol del empate vino de un centro que despejó Sergio Ramos, Ibai aprovechó el rechace y con un derechazo levantó los gritos en San Mamés. Las malas noticias no llegaron solas y un minuto después el árbitro invadido por un sentimiento de justiciero expulsó a Cristiano por su rifi rafe con Iturraspe. Fue un momento de tensión extrema en los que Iturraspe aprovechó un aspaviento de Cristiano para fingir la agresión.
Ancelotti ante ese imprevisto de jugar con uno menos cambió de táctica y el Madrid se replegó y aguantó el resultado. Ibai quiso decantar el resultado a favor de los locales probando de nuevo a Diego López, pero el meta sacó una buena mano y despejó el peligro.
Una vez más los blancos desaprovecharon la oportunidad de ascender puestos y deja al Atlético de Madrid líder en solitario de la Liga.
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