Rusia superó a España en la prórroga de las semifinales (4-3)
La selección española de fútbol sala nos tiene mal acostumbrados. En los últimos años 14 años ha sumado dos Mundiales y a nivel continental, seis Europeos, los cuatro últimos consecutivos. Ese palmarés la ha erigido en la gran dominadora del fútbol sala del Viejo Continente. Esta noche, sin embargo, el combinado de Venancio ha caído en la prórroga de las semifinales del Europeo de Amberes (Bélgica) ante una Rusia con mucha samba (4-3).
El conjunto español se tendrá que conformar con luchar por la medalla de bronce frente a Portugal, que ha sido apartada de la final por Italia por el mismo resultado. Era el primer torneo sin ningún representante del triunfo en el Mundial de Guatemala en el año 2000 tras la retirada de Kike. Pese a ello, la selección ahora liderada por Miguelín, Sergio Lozano o Lin ha estado a la altura. Aún estando contra las cuerdas en el tiempo reglamentario, ha sido capaz de empatar merced a un tanto de Miguelín actuando como portero-jugador. Antes de ello, España fue mejor en la primera parte. Movilidad, intensidad y ganas pero falta de acierto. Solo Pola tras un pase magistral de tacón de Raúl Campos fue capaz de deshacer la igualdad.
En la segunda mitad, Rusia, por debajo en el electrónico, salió más entonada. Desde los primeros compases intentó presionar más arriba y a los tres minutos logró empatar. Sergeev se sacó de la manga un obús que perforó la escuadra de Rafa. El gol transformó el encuentro en una especie de correcalles que favoreció a los rusos. En un fallo de marcaje, Lyskov anotó el segundo gol de Rusia. Rafa Usín contestó inmediatamente para empatar de jugada personal. Pero sin respiro, Fukin batió a Rafa con un gol de pívot. Restaban 12 minutos para el final. Ese tanto sentó como un mazazo para España que vivió sus peores momentos del partido. Rusia perdonó el cuarto y lo acabó pagando. A falta de algo más de dos minutos, José Venancio apostó por Miguelín como portero-jugador y el jugador del Pozo Murcia logró el empate cuando Rusia casi saboreaba su pase a la final.
En la prórroga, la Rusia de los cinco brasileños (Gustavo, Cirillo, Robinho, Eder Lima y Pula, que no jugó), se olvidó del balón. Se agazapó con la intención de no dejar espacios a España. Así transcurrió la primera parte del tiempo extra. En los últimos cinco minutos, mismo guión. España triangulando sin éxito y Rusia regalando el balón. Sin embargo, prácticamente en la única jugada trenzada de los rusos, Robinho se plantó ante Rafa y no falló. España tuvo algo más de un minuto para tirar de heroica, de nuevo con Miguelín como portero-jugador. Esta vez no hubo suerte. A falta de seis segundos, llegó la jugada polémica. Uno de los árbitros pitó cesión en contra de Rusia pero se desdijo ante las airadas protestas de los rusos. Instantes finales llenos de tensión que dejaron un sabor aún más amargo.
El sonido de la bocina acabó con nueve años ininterrumpidos de dominio español en Europa. La selección, hoy con dos bajas clave como su capitán Torras y Carlos Ortiz, dice adiós a la opción de sumar el que hubiera sido su quinto Europeo consecutivo, y el séptimo en total. Aún así, no acaba aquí el torneo. Toca levantarse para asegurar la medalla de bronce que se disputará el sábado ante Portugal. La derrota duele pero también curte. Un equipo acostumbrado a ganar debe caer para regenerarse. España ha perdido hoy su dominio pero debe mirar hacia el tercer y cuarto puesto como el primer paso de la reconquista europea.
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