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Volverá a haber clásico en la final

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copa del rey basketRodrigo de la Torre. Tras una semifinal sencilla para el Real Madrid y una más complicada para el Barcelona, estos dos conjuntos se verán las caras de nuevo en el Carpena.

Ayer se disputaron las dos semifinales de la Copa del Rey. El ambiente era magnífico, aún sin haberse clasificado Unicaja. Las aficiones cuyos equipos habían sido eliminados, se aliaban con otras para dar un espectáculo soberbio.

En la primera semifinal seríamos testigos del encuentro entre el Real Madrid y el CAI Zaragoza. Los 1200 madridistas desplazados hasta Málaga rugieron sin descanso animando a su equipo. Y la afición de Zaragoza no hizo menos. Ambas aficiones nos ofrecían un gran show aún sin haber empezado el partido.

En el primer cuarto el conjunto maño se adelantaría rápido en el marcador, pero tan veloz como se adelantaron el conjunto blanco empató el partido. Durante varios minutos hubo un bonito intercambio de canastas, y cuanto más fuerte fuera la defensa del CAI, más soltaría la muñeca el equipo de la capital. El resultado al concluir este primer período sería tan solo de 22-15 a favor del conjunto blanco. Ya en el segundo cuarto el Real Madrid aumentaría su ventaja, pues el CAI perdió muchos balones en este período, ayudado con las pérdidas de balones del equipo de Zaragoza, por lo que el equipo de la capital aumentaría su ventaja a 54-37 al descanso.

Un resultado muy desigualado con el que el Real Madrid puede sentenciar en el tercer cuarto. Pero igualado o desigualado las aficiones de ambos conjuntos continuaban animando. Ya en la vuelta al descanso comenzaría un pequeño intercambio de canasta, que duraría poco. El conjunto blanco sentenciaría el partido en este período, dejando el luminoso 77-50 a su favor. En el último cuarto el encuentro sirvió de entrenamiento al equipo de la capital para la final del domingo. El partido concluyó con un 88-66 claramente favorable al Real Madrid, que no es que tuviera que sudar mucho en este partido.

Tras un partido “desigualado”, ahora llegaría la semifinal que todo el pabellón quería ver. La que enfrentaría a Barcelona y Valencia. Ambos equipos sufrirían bajas importantes como es la Lishchuk en el equipo valenciano, y la de Lampe en el catalán. Comienza el primer cuarto, y Navarro ya hace de las suyas. Tres triples consecutivos de “la bomba” ponen un complicado 9-0 a favor del equipo blaugrana. Pasados los minutos, el equipo de la Generalitat no termina de entrar en el partido, cosa que aprovecha el Barcelona. El juego soberbio del equipo catalán, deja el primer período 31-9 a su favor. En el segundo cuarto Valencia comienza a despertar, y recorta hasta

los 11 puntos llegando a ir perdiendo de 23. Pero el equipo blaugrana, con un gran ataque, se va 15 arriba al descanso.

Al volver del descanso el equipo valenciano se encontraba un complicado 48-33. Pero tras una pequeña charla de su entrenador, Valencia sale a por el partido. Llega a estar a tan sólo 12 puntos, pero el conjunto blaugrana, con una mente muy fría y libre de tensión, se mantiene arriba. Frustrados por la dificultad para terminar el ataque, el equipo de la Generalitat lucha como un gladiador en el Coliseo. El luminoso al terminar este tercer cuarto nos mostraba un 64-48, que daba esperanzas al Valencia. Y tanto que si daba esperanzas, los valencianos iban remontando poco a poco, llegando a estar por debajo de los 10 puntos a falta de dos minutos y medio. La espectacular actuación individual de Sato (21 puntos y 11 rebotes) mete a Valencia Basket en el partido.

Pero cuando los que visten de naranja se colocan a tan solo 6 puntos, aparece el arbitraje, que se decantó del lado del Barcelona. Fue tal el arbitraje que el público, no solo del Valencia, comenzó a corear “ACB MANIPULACIÓN”. Y esto se dejó ver en varias acciones señaladas en el momento en que los valencianos se colocan a 6 puntos. Una entrada fallada de Tomic se convierte en una falta, cuando el jugador de Valencia estaba quieto y con las manos arriba. En la siguiente posesión del Barcelona, Dorsey llega a levantar hasta 2 veces el pie de apoyo. Y donde más claro estuvo fue en una entrada de Pau Ribas para colocarse a 4 puntos. Nachbar agarró del brazo al jugador valenciano haciéndole imposible poder levantar el balón a canasta. Tras unos últimos 3 minutos de emoción, desquicio y abucheos a los árbitros, Barcelona se llevó el partido por 89-81.

Esto nos lleva a otro clásico en la final de la Copa del Rey, un emocionante partido que levantará muchas pasiones.