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Permitido soñar

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Valencia 2 – Granada  1. El Valencia remontó un marcador adverso con una combinación de garra, esfuerzo, calidad y fútbol. Rubén Vezo, en su debut,  logró el gol de la victoria a dos minutos del final de un encuentro en el que ambos equipos desplegaron un gran nivel de juego. Tres puntos que continúan acercando al equipo che al sueño de volver a la Liga de Campeones.

Con Senderos lesionado y Ricardo Costa sancionado, Pizzi debía alinear a Rubén Vezo. El debut soñado. No sólo marcó, sino que lo hizo en el último momento del partido.  Parejo se preparaba para botar una falta muy cerca del córner derecho. Todo el mundo en Mestalla sabía que sería la última oportunidad. Y el Dios del fútbol decidió que sería el debutante el que mantendría viva la racha de buenos resultados che. La que les permite soñar.  Sin embargo, el mismo Dios se olvidó del Granada. Los andaluces realizaron un partido que ni un punto hubiera sido premio justo.

Los primeros sesenta minutos de juego fueron un duelo entre dos púgiles que utilizaron bien sus armas. No se vio un pelotazo de más. Ambos equipos jugaron mimando el balón: el Valencia cocinaba a fuego lento las jugadas. El Granada salía a la contra con Brahimi y Piti en los costados.

Fue en una de esas contras, tras la vuelta del descanso, cuando el Granada abrió el marcador. Nyom galopó por banda para acabar centrándola al área chica. Javi Fuego intentó una suerte de control con el pecho, pero se le fue demasiado largo. Lejos de él y muy cerca de Piti. El  catalán no es de los que desaprovechan un regalo. 0-1 y el partido se ponía muy cuesta arriba para el Valencia, que había disfrutado de pocas ocasiones hasta el momento.

Dos fueron los factores más importantes para que el panorama cambiara tanto. El Granada había realizado un gran esfuerzo físico y, a partir de la hora de juego, las ayudas de Piti y Brahimi a los laterales llegaban demasiado tarde.

Además, Pizzi acertó con los cambios: metió a Alcacer y Jonas para obtener la presencia en el área rival que Vargas no le daba y devolvió a Parejo a su sitio natural junto a Javi Fuego, lugar desde donde manejó al equipo. El primer gol che llegó justo cuando las fuerzas andaluzas flaqueaban: Feghouli filtró un balón a la frontal del área chica para el desmarque Paco Alcácer. El canterano logró remachar a gol, aunque lo hizo en fuera de juego. El tanto no debió haber subido al marcador.

A partir de ese momento, el equipo de la ciudad del Turia metió dos marchas más, avasalló el área de Roberto. Al Granada le faltaba aire para defender y más aún para atacar. A pesar del resultado, ambos equipos demostraron un gran nivel de fútbol y capacidad para competir. Si el conjunto de Lucas Alcaraz mantiene esa línea, la salvación estará asegurada. Si el Valencia mantiene el mismo nivel de juego, está permitido a soñar. Sí, pero partido a partido.