Inicio 1ª División Empate y ninguno contento

Empate y ninguno contento

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Volver. Valverde volvía a lo que fue su casa durante la temporada pasada. Mestalla lo recibió sin ganas. Igual que despidió a Aduriz, una mezcla de odio y respeto. El gol de Alcácer lo anuló Aduriz de penalti. El primero fue en fuera de juego y el gol bilbaíno fue un penal la mar de riguroso.

La primera parte fue demasiado generosa con el Valencia. El gol de Alcácer ponía al equipo che por delante cuando el peso de las ocasiones las había tenido el Athletic Club. Por fuera, con centros al área que buscaban a Aduriz y por dentro con un Ander Herrera que fue un quebradero de cabeza para Mathieu y compañía.

El Valencia se limitó a una serie de intentonas de contraataques que no llegaron a buen puerto. Los chicos de Pizzi se han acostumbrado a mimar la pelota y a transiciones cortas. Atravesaban muy rápido el terreno de juego, pero a la hora del último pase no lograban cruzar la línea defensiva bilbaína. La atrasada posición de Parejo ­─hoy en el medio junto a Keita─ restaba creación en esa zona. Pizzi colocó a Jonas en la media punta con Feghouli y Fede en los costados. El argentino es aún un jugador que corre demasiado hacia delante para luego correr para atrás.

Sólo João Pereira consiguió filtrar un buen pase para Feghouli ─que recibió en fuera de juego─. El argelino no es de los que se ponen nerviosos dentro del área y le sirvió el gol en bandeja de plata para que Paco Alcacer consiguiera su sexto tanto de la temporada en ocho partidos.

Cinco minutos después de la salida de los vestuarios. Aduriz materializaba un penalti muy protestado sobre Ander Herrera. Feghouli se  echaba en encima de Ander, que no dudó en irse al suelo antes incluso de que el argelino metiera la pierna. El colegiado se lo traga y pita pena máxima. El árbitro falló en los dos goles del partido.

El Valencia tardó una hora en darse cuenta de que al Athletic no se le gana en su juego. Así que decidió bajar la potencia del fuego y  comenzó a cocinar sin prisa las jugadas. Aunque el número de ocasiones no aumentó. El Valencia se impuso como dueño del partido. Los leones se amansaron.El cansancio hizo mella en el nivel del partido. Ni los cambios consiguieron revolucionar un encuentro en el que las imprecisiones se hicieron más presentes que nunca. Ambos equipos tuvieron suaves acercamientos al área rival pero sin ser grandes ocasiones.

Un partido donde ambos equipos compitieron sin cuartel. Con un gran nivel de juego. A pesar de la buena imagen de los dos conjuntos, el resultado no permite asegurar la cuarta plaza a unos ni acercarse a Europa a otros. Reparto de puntos y ninguno contento con la actuación arbitral.  Otra vez será.